2007, el movimiento y los partidos del Frente Amplio Progresista (PRD, PT y Convergencia) logran que se destine dinero a la pensión alimentaria de adultos mayores en zonas rurales marginadas; fue ampliado a las poblaciones de menos de 30 mil habitantes. Ese año rechazan la reforma a la ley del ISSSTE que entregó las pensiones de los burócratas a Elba Esther Gordillo y sus socios. Se cuestiona la reforma judicial y se presenta una ley para eliminar los monopolios y los cobros excesivos a los consumidores.
2008, fue el año de la batalla por el petróleo. Movilización callejera y protesta parlamentaria contra la reforma privatizadora de Calderón. El movimiento gana el debate y hace una propuesta alternativa y frena los aspectos más dañinos para el interés nacional de la iniciativa panista y priista.
2009, en plena crisis, el movimiento defiende la economía popular y rechaza los aumentos de impuestos y energéticos propuestos por Calderón y apoyados por el PRI. Se opone a la intención panista de reducir el gasto en educación, salud y seguridad social. Se presenta una propuesta alternativa para obtener recursos sin aumentar impuestos, reduciendo el gasto superfluo del gobierno y cobrando impuestos a los grandes que no pagan.
A partir de octubre protesta por el despido de 44 mil trabajadores de Luz y Fuerza del Centro.