Resultó un fracaso la estrategia de combatir ambos flagelos con más policías, soldados y cárceles, subraya
Para enfrentar con eficacia los problemas de violencia e inseguridad en toda la geografía nacional, Andrés Manuel López Obrador urgió al presidente espurio Felipe Calderón a poner en marcha un plan de generación de fuentes de empleo y garantizar el acceso de los jóvenes a la educación media superior y superior.
Después de 27 años de estancamiento, debido a la imposición de una política a todas luces que sólo favorece a una minoría rapaz, “es urgente reactivar la economía nacional, retomar la senda del crecimiento y del empleo”, propuso.
Sin crecimiento económico no hay empleo ni bienestar y sólo se incrementan los niveles violencia e inseguridad, sostuvo el presidente legítimo de México durante su participación en la segunda reunión de análisis temático del Proyecto Alternativo de Nación, que se realizó en esta ciudad capital.
Acompañado por especialistas en la materia afirmó que el problema de la violencia e inseguridad no se resolverá con más policías, militares patrullando las calles, amenazas de mano dura, leyes más severas o la construcción de cárceles.
“Ya está probado que no funciona ese método; hay que generar un ambiente de prosperidad, de progreso y de esperanza, para salir del círculo vicioso en el que está hundido el país”, demandó.
Durante su exposición refirió que los dos principales problemas de México son la falta de empleo y la inseguridad y subrayó que ambos tienen su origen en la falta de decisión del gobierno para iniciar un cambio en la política económica.
Se preguntó: Cómo reactivar pronto la economía? Como se ha hecho en Nuevo León, con un programa de aguas, que iría desde la introducción de agua potable y drenaje, la pavimentación de calles y la construcción de carreteras, escuelas y hospitales.
La medida contribuiría a reactivar economía y tendría un efecto multiplicador, porque mientras se generan nuevos empleos, se reactiva al mismo tiempo la economía, añadió.
En el caso de los jóvenes, López Obrador destacó la necesidad de ofrecerles puestos de trabajo y oportunidades de ingreso a los niveles preparatorias y universitarias.
Se manifestó por aplicar un programa de becas para los estudiantes de nivel medio superior y superior. Por ejemplo en el Distrito Federal se otorga un apoyo económico, de 500 a 700 pesos mensuales, a un promedio de 250 mil jóvenes.
“Es mejor tener a los jóvenes estudiando que tenerlos en la calle”, estimó.
Para el presidente legítimo representó un absurdo y un crimen el hecho de poner la educación al mercado, para que sólo la pueda estudiar aquel que tenga dinero. Sin embargo, aclaró que el Estado está obligado a garantizar la educación gratuita y de calidad en todos los niveles escolares.
También aseguró que fue un absurdo de la gestión salinista de abandonar el campo para comprar los alimentos en el extranjero, situación que provocó la migración de miles de campesinos cada año.
En consecuencia, propuso “regresar al campo y alcanzar la soberanía y autosuficiencia alimentaria” y dijo estar dispuesto a discutir el tema con los tecnócratas que optaron por destinar alrededor de 20 mil millones de dólares al año para la importación de alimentos, como maíz, fríjol, arroz, carne de res y de pollo.
De manera adicional se debe cambiar la política agropecuaria y energética, porque “da coraje el hecho de que estén explotando de manera irracional el petróleo y el gas, por la ambición y corrupción de unos cuantos”, de los 30 barones del dinero, abundó.
También trajo a memoria que durante la gestión del ex presidente Carlos Salinas de Gortari se concesionaron 6 millones de hectáreas de minas, es decir la riqueza minera de la nación se entregó a un puñado de nacionales y extranjeros.
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