Investigadoras de la UNAM indicaron que urge un plan para controlar el sargazo, estas microalgas marinas afectan al ecosistema.
Regeneración, 3 de agosto de 2018.- En videoconferencia de medios ofrecida desde la Unidad Académica Sistemas Arrecifales Puerto Morelos del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM, las investigadoras Brigitta Ine van Tussenbroek y Marta García Sánchez se refirieron a este problema, que podría convertirse en un desastre ecológico de grandes dimensiones si no se toman pronto medidas de mitigación.
“Nos empezó a llegar masivamente en 2015 más o menos en junio y este 2018 nos empezó a llegar masivamente en marzo”, expuso.
La experta indicó que los cambios de clima y la contaminación podrían ser las causas de su repentino crecimiento, “se formó como un nuevo, no sabemos muy bien cómo pero probablemente fue por consecuencias del cambio de corrientes”, añadió la científica de origen holandés.
Comentó que la presencia de estas algas que no son agradables para los turistas, también afectan el oxígeno del agua, aportan contaminantes, modifican el equilibrio ecológico de los corales, erosionan las playas e ingresan a otros microorganismos, lo que provoca la modificación de los ecosistemas.
Por otra parte, la investigadora Martha García detalló que aunque aún no se han hecho estudios sobre las posibles afectaciones a la salud que pudiera provocar a los seres humanos, el sargazo transporta organismos parientes de las medusas lo que pudiera provocar picazón, además de ser molesto al enredarse en las piernas.
Las especialistas coincidieron en que la solución recae en la investigación y en cerrar filas para que los trabajos que se realizan de manera aislada se unan entre academia, iniciativa privada y gobiernos.
Comentó que la presencia de estas algas que no son agradables para los turistas, también afectan el oxígeno del agua, aportan contaminantes, modifican el equilibrio ecológico de los corales, erosionan las playas e ingresan a otros microorganismos, lo que provoca la modificación de los ecosistemas.
Por otra parte, la investigadora Martha García detalló que aunque aún no se han hecho estudios sobre las posibles afectaciones a la salud que pudiera provocar a los seres humanos, el sargazo transporta organismos parientes de las medusas lo que pudiera provocar picazón, además de ser molesto al enredarse en las piernas.
Las especialistas coincidieron en que la solución recae en la investigación y en cerrar filas para que los trabajos que se realizan de manera aislada se unan entre academia, iniciativa privada y gobiernos.