Derrama de jales tóxicos de mina de Urique desciende por ríos de Chihuahua hasta presas que irrigan y abastecen agua de todo el norte de Sinaloa
Regeneración, 7 de junio del 2018. La Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) demandaron de forma inmediata se avise a la población de la zona de Uriques y afluentes de los ríos por los peligros y riesgos que se sufrirá por derrama de jales tóxicos que van descendiendo por río Tubares, que descarga sus aguas en el rio Fuerte, el cual, tiene tres presas en los municipios de Choix (Luis Donaldo Colosio) y el Fuerte (Miguel Hidalgo y Josefa Ortíz de Dominguez), esas presas irrigan y abastecen de agua todo el norte de Sinaloa (Valles del Fuerte, Carrizo).
La Red de Afectados por Minería exigió a la Profepa y Conagua “dejen de enviar información falsa para proteger los intereses de la empresa”.
Exigieron el cierre irreversible de la mina de la empresa Río Tinto, en Urique, Chihuahua y medidas enérgicas de rendición de cuentas y control y reparación de los daños causados en la región.
Así mismo exigieron el impulso y apoyo a proyectos productivos respetuosos de la población y de la vida en Urique y Chihuahua.
El desastre minero y los intereses en juego: La historia
El pasado 4 de junio nuevamente despertamos con otro desastre minero, ahora en el municipio de Urique, Chihuahua, esta vez a cargo de la Minera Río Tinto, S.A. de C.V., la cual, de acuerdo al directorio del sector minero, se fundó en 1994 para extraer, producir y comercializar minerales metálicos y, desde el 2008, pertenece al grupo británico Río Tinto Pic, también de capitales australianos, que en conjunto forman la segunda más grande empresa minera diversificada a nivel mundial por sus trabajos en los sectores de hierro, aluminio, cobre, diamantes, energía y minerales.
Carlos Ayub Touché, chihuahuense, funge como representante de la empresa en México, quién, además de haber ostentado la presidencia de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores es un personaje igual de oculto y oscuro que su colega Germán Larrea, dueño de Grupo México (GM), una de las empresas más galardonadas por el gobierno mexicano, a pesar de las decenas de conflictos que tiene a lo largo y ancho de todo el país por incumplimientos, huelgas de trabajadores, desastres ambientales terribles, contaminación y daños a la salud, además de incluir a su larga lista, el asesinato de opositores y opositoras, tanto en este país como en otros, en donde GM tiene presencia.
La Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) lamenta profundamente la pérdida de la vida de los trabajadores que hasta ahora han sido localizados e identificados, al igual que nos sumamos con toda nuestra esperanza con quienes realizan la búsqueda de los desaparecidos, a quienes esperamos encuentren con vida.
No es la primera, ni será la última vez que REMA suba la voz en contra del Modelo Extractivo Minero. Este Modelo debe ser totalmente desechado como propuesta de “Progreso y Desarrollo” si en realidad deseamos un país que transite en armonía con la vida y una sociedad justa y no basada en negocios espurios y oscuros de quienes imponen una forma de trabajo que indigna por los niveles de destrucción que genera.
Los Slim, los Larrea, los Salinas Pliego, los Bailleres, los ahora Ayub Touché, así como las empresas extranjeras, con particular énfasis en los dueños y accionistas de las empresas canadienses, se han enriquecido gracias al despojo, el desplazamiento forzado de los pueblos y el saqueo de nuestros bienes naturales, de tal manera que su negocio es redondo, porque técnica y financieramente es imposible que puedan incorporar el costo de los DAÑOS que ocasionan a la salud, al ambiente, la naturaleza, a la cultura y a la comunalidad y la vida de los pueblos.
Estamos ciertos de que ahora, a esta trama de horror, se ha sumado ya el desgastado, negligente, tenue y demás tonterías de: “no contaminó y todo está controlado”, que suele acompañar el discurso de la “institucionalidad”, encabezada por PROFEPA, SEMARNAT, CONAGUA, el gobierno del estado de Chihuahua y las demás instituciones federales serviles a los intereses de estos empresarios nefastos y de este modelo minero extractivo depredador. Anunciarán una supuesta “restitución de los daños”, con lo cual nuevamente la impunidad será la gran expresión de injusticia.
Abrazamos en solidaridad a todas y todos los familiares de quienes han perdido la vida por negligencia de la empresa y del gobierno municipal, estatal y federal.