“Que los corruptos no decidan la educación en Chile”, claman
Piden democratizar discusión sobre la reforma educacional
Exigen gratuidad completa
Santiago, Chile; 16 de abril de 2015.- Después de cuatro años, cerca de 150 mil estudiantes chilenos de distintas universidades salieron a marchar, exigiendo la gratuidad completa de la educación, en referencia a la Reforma universitaria, que realizará el gobierno de Michelle Bachelet.
La marcha que partió de la plaza Italia y terminó a unas cuadras del palacio presidencial de La Moneda se da en un momento de alta complejidad para la presidenta y su coalición partidaria “La Nueva Mayoría” debido a los casos recientes de corrupción en los que han estado implicados diversas personalidades de distintos partidos políticos, incluido Sebastián Dávalos, el hijo de la presidenta, así como empresas y bancos privados. Además, la manifestación se realiza en un momento de cuestionamiento hacia el papel neoliberal que ha mantenido el gobierno de la Nueva Mayoría, y en el contexto de la exigencia de una nueva Constitución para Chile.
Con la consigna “Que los corruptos no decidan la educación de Chile”, los estudiantes exigieron que la educación universitaria se vuelva pública y gratuita, para terminar definitivamente con el lucro.
Por su parte, los voceros de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), Valentina Saavedra y Ricardo Sande manifestaron que es necesario que se incluya a los estudiantes en la elaboración de la reforma educacional universitaria “Los actores sociales estamos por plantear y ser parte de los cambios que Chile necesita. Hoy nos movilizamos en todo el país, para que la sociedad vuelva a ser parte de las decisiones”.
Por su parte, la presidenta de la Federación de Chile Javiera Reyes, también declaró: “Hoy hemos dicho fuerte y claro: no queremos una gratuidad con letra chica y con condiciones. Es aberrante que se piense en la posibilidad de que los egresados paguen parte de su educación; eso mantendría el carácter subsidiario del Estado que tanto ha dañado a nuestro país”.
Actualmente todas las universidades del país tienen cobros arancelarios y de matrícula. En la Universidad de Chile, considerada la universidad pública más importante se paga una cuota anual arancelaria que va de los 60 mil a los 120 mil pesos mexicanos. Mientras que en la Universidad Diego Portales –privada- los aranceles anuales cuestan entre 71 mil y 166 mil pesos mexicanos. Es por ello que la mayoría de los jóvenes que estudian una carrera optan por pedir créditos otorgados por privados para financiar su formación profesional, mismos que están obligados a pagar una vez terminada su licenciatura.
De alrededor de 4 millones de jóvenes chilenos, 1 millón 120 mil lograron matricularse en algún espacio de enseñanza superior, teniendo en cuenta que la población total chilena consta de 16. 6 millones de personas. (Fuente: Ministerio de Educación,Instituto Nacional de Estadística)