10 Guerras de Televisa en la Era de Azcárraga Jean

En casi 20 años, Televisa dejó de ser un negocio solamente de entretenimiento y publicidad mediáticas para transformarse en un aparato de poder político por encima del sistema y de los partidos político

TELEVISA

(Homozapping), 16 de mayo del 2016.-Bajo la era de Emilio Azcárraga Jean y sus principales ejecutivos, autodenominados Los Cuatro Fantásticos, la empresa Televisa he emprendido todo tipo de campañas, guerras sucias y guerras abiertas o soterradas en contra de competidores, accionistas, políticos, críticos, herederos y todo aquel que se atraviese en el camino de su gran negocio: el poder político.

En casi 20 años, Televisa dejó de ser un negocio solamente de entretenimiento y publicidad mediáticas para transformarse en un aparato de poder político por encima del sistema y de los partidos políticos. El costo de esta transformación ha sido una serie de disputas en estos últimos 15 años que han erosionado la credibilidad y autoridad de Los Cuatro Fantásticos. Se les teme, pero no se les respeta. Quienes pueden regular ese poder, los critican en voz baja, pero no se atreven a plantearlo públicamente.

Estos 10 ejemplos constituyen un breve recordatorio de las “guerras” de Televisa más allá del rating y más cerca de la concentración de poder:

1.-Los Videoescándalos. El poder de la pantalla televisiva para destruir o para encumbrar a políticos se volvió una costumbre en los años recientes. Se inauguraron formalmente con los famosos “videoescándalos” de marzo 2004 donde se exhibió a René Bejarano, operador político del entonces jefe de Gobierno capitalino Andrés Manuel López Obrador con la clara intención de involucrarlo en la corrupción.

Dueños de esa pantalla, Los Cuatro Fantásticos también exhibieron en 2005 a antiguos clientes, como el ex gobernador del Estado de México, Arturo Montiel, cuya corrupción Televisa “descubrió” hasta que pactó con su adversario priista Roberto Madrazo.

Los videoescándalos políticos, en estos últimos años, se han convertido en el sello de la venganza o de la presión en una narrativa que mezcla realidad con ficción, “filtraciones” con producción.

2.-La Ley Televisa.-A finales del gobierno de Vicente Fox, Televisa doblegó a la propia presidencia de la República y al Congreso para imponer unas reformas a la Ley Federal de Telecomunicaciones que les garantizara sus intereses y el control del mercado del triple play por dos décadas más. A ese intento se le conoció como la Ley Televisa, bautizada así por la revista Proceso.

El caso fue más escandaloso porque demostró la capacidad de la empresa para doblar también a los entonces tres principales candidatos presidenciales (Roberto Madrazo, Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador) en un tema aparentemente técnico, pero que era una demostración de quién era el auténtico árbitro de la contienda en 2006. Un año después, en 2007, la Suprema Corte de Justicia echó abajo partes fundamentales de la Ley Televisa, en medio de una fuerte presión del corporativo.

3.-Telemontajes.-En diciembre de 2005, se generó un escándalo nacional por la “tele-producción” del futuro secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, personaje clave en la trama de la guerra contra el crimen organizado en el gobierno de Felipe Calderón. La detención de la joven francesa Florence Cassez, acusada de formar parte de un grupo de secuestradores encabezado por Israel Vallarta, provocó uno de los debates más largos y escandalosos por las violaciones al debido proceso. Más de seis años duró el litigio de la defensa de Cassez, finalmente liberada en este sexenio precisamente por el tema del telemontaje. Para Televisa no hubo ninguna sanción.

4.-Los Contratos Peña Nieto-Televisa. Desde el sexenio de Vicente Fox, Televisa decidió que la democracia era “un buen negocio” y decidió convertir a la pantalla en un mercado para favorecer a los políticos que pagaran por ser bien tratados informativamente y ser “vacunados” de posibles videoescándalos.

En octubre de 2005, Proceso reveló el Plan de Acción firmado entonces por Grupo Televisa y el entonces desconocido gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, para impulsarlo hasta la presidencia de la República, a cambio de fuertes sumas de dinero público.

Televisa y el gobierno del Estado de México siempre han negado que existiera tal plan de acción, pero todos los días se confirmó en la pantalla el plan que involucró a una actriz de la empresa, Angélica Rivera, para generarle popularidad a Peña.

El caso Peña-Televisa se volvió un “modelo” replicado en 2009 entre otros gobernadores y desde 2012 a la fecha en varios mandatarios estatales. Lo grotesco es la repetición del caso, a pesar de la prohibición legal explícita.

5.-La disputa con Carmen Aristegui.-Periodista incómoda para el grupo gobernante y para Los Cuatro Fantásticos, Carmen Aristegui se mantuvo hasta 2008 en WRadio, subsidiaria de Televisa en sociedad con el consorcio español Grupo PRISA. La ruptura se concretó en 2008 tras varios episodios que incluyeron presiones para “bajar” la señal del programa de Aristegui y también para que cerrara el micrófono a voces críticas, como los legisladores y especialistas que criticaron la Ley Televisa.

La disputa de Televisa contra Aristegui se prolongó durante su trabajo en MVS Radio –hasta marzo de 2015- por coberturas críticas y muy incómodas para los ejecutivos de Azcárraga Jean como el caso de las camionetas de Centroamérica, detenidas en Nicaragua, con el logotipo de Televisa y con millones de dólares en efectivo. Un caso que aún no se ha cerrado.

6.-El caso Paula Cusi.-Un litigio iniciado en enero de 2007 entre una de las ex esposas de Emilio Azcárraga Milmo, Paula Cusi, por la sexta parte del legado de la herencia de El Tigre, derivó en un escandaloso episodio de uso y abuso de las instancias de la justicia para detener y encarcelar a Cusi en 2011.

El caso demostró la capacidad de presión de Televisa en las instancias de justicia del Distrito Federal, especialmente, con la ayuda del entonces procurador capitalino, Miguel Angel Mancera, y el todavía presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, Edgar Elias Azar.

7.-La Guerra con Slim.-El magnate Carlos Slim comenzó a desinvertir en Televisa desde 2006, después de ser el segundo accionista más importante del consorcio en la era de Los Cuatro Fantásticos. La ruptura se fue gestando hasta que se transformó en un abierto enfrentamiento en 2011. El equipo de Azcárraga Jean ha acusado a Slim de ser el artífice de los ataques en su contra por el intento de Televisa de competir en telecomunicaciones, mientras que América Móvil ha argumentado que los tres últimos gobiernos han frenado su acceso al mercado del triple play (Telmex no puede ofrecer servicios de televisión restringida por una prohibición en su título de concesión que no se ha modificado desde 2004).

La guerra con Slim ha tenido varios episodios, pero el más reciente se vivió con la reforma de las telecomunicaciones en el sexenio de Enrique Peña Nieto, por el control del futbol profesional mexicano y con los derechos de transmisión de los próximos Juegos Olímpicos de Brasil, que Slim les ganó a Televisa y a TV Azteca.

8.-La Guerra con MVS.-Como una derivación de la disputa con América Móvil, Televisa extendió su enfrentamiento con MVS, sobre todo, a partir de que esta empresa decidió competir en el mercado de la televisión restringida por vía satelital con Dish, compañía que rivalizó con Sky, la filial más importante y que le genera más ganancias hasta ahora a Televisa.

En esta disputa se mezclaron tanto presiones periodísticas como políticas para frenar el must carry y el must offer. La salida de Carmen Aristegui de MVS debilitó en términos de opinión pública a la empresa de la familia Vargas.

9.-La Alianza con Salinas en Iusacell.-Televisa rompió su efímera sociedad con la telefónica Nextel (después de asociarse en la Licitación 21 de 2010) y decidió asociarse con su competidor Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca, para competir con América Móvil en la telefonía móvil a través de Iusacell.

El convenio fue dado a conocer por el periodista Miguel Angel Granados Chapa. El célebre columnista fue amenazado y presionado por el duopolio televisivo. El cinismo de Televisa y TV Azteca fue tal que cuando en 2011 confirmaron que sí harían su alianza, ni siquiera le expresaron una disculpa al autor de la columna Plaza Pública.

En junio de 2012, en pleno proceso de sucesión presidencial, la Cofetel y la Comisión Federal de Competencia autorizaron la sociedad al 50 por ciento en Iusacell, después de un proceso soterrado de presiones a los dos órganos reguladores y de complicidad con el gobierno de Felipe Calderón.

En 2014, Televisa acabó vendiendo su parte de inversión en Iusacell tras un rotundo fracaso en términos de inversión, pero de éxito para demostrar su capacidad de presionar a los órganos reguladores.

10.-La Guerra contra la Reforma Electoral.-Juez y parte de los procesos electorales, Televisa decidió “castigar” a los políticos que impulsaron y votaron a favor de una reforma electoral en 2008 que prohibió la compra de tiempo-aire y la promoción personalizada de los candidatos en la pantalla.

“Borraron” el rostro del entonces senador del PAN, Santiago Creel, en la pantalla, a pesar de que el ex secretario de Gobernación foxista fue un antiguo aliado para obtener el negocio de los casinos en 2005.

En vísperas de la contienda presidencial de 2018, Televisa pretende impulsar una segunda reforma electoral a modo de sus intereses. La consigna es “cambiar el modelo de comunicación política”. Cuenta para ello con la presión a los tres principales partidos y sus dirigentes y un gran desencanto de la población frente al panorama político del país y a la intoxicación de spots que no han servido para nada. A través del Partido Vede, que funciona como una especie de franquicia a favor de las televisoras, Televisa ha desafiado esa reforma y a las autoridades electorales.