La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha manifestado una profunda preocupación por la vida de quienes se dan a la tarea de defender los recursos que son de todos.
Regeneración, 10 de febrero de 2017.– Solamente en lo que va de 2017 han sido asesinados en Latinoamérica 14 defensores de derechos humanos, informó la CIDH. Se trata de casos con obvias similitudes en la labor defensora de recursos naturales de poblaciones indígenas, comúnmente asediadas por proyectos mineros, de deforestación, hidroeléctricas y demás fuentes de recursos no renovables.
Por ello, la Comisión Interamericana reiteró la obligación de los estados de Prevenir mediante protocolos especializados, los atentados en contra de la vida y la integridad física de defensores de derechos humanos, así como garantizar que puedan llevar a cabo sus legítimas actividades de defensa de sus derechos sin temor a represalias.
Destaca por tratarse de un segundo Premio Goldman, el caso de Isidro Baldenegro, asesinado el 15 de enero de 2017. Baldenegro era un activista ambiental de la sierra Madre Occidental que luchó contra la explotación forestal del bosque antiguo de la sierra Tarahumara. Su caso se suma al de Berta Cáceres, ganadora como él del Premio Goldmann, asesinada el año pasado en Honduras, mientras defendía a su pueblo de los asedios de la hidroeléctrica Agua Zarca.
Su caso no ha sido esclarecido.
Baldenegro por su parte, había sido detenido junto con Hermenegildo rivas, acusado de portar mariguana y armas, y permanecido en prisión injustamente durante más de un año. Su lucha reconocida con el Premio Goldman, consiguió que los ejidatarios del pueblo rarámuri recuperaron su territorio luego de que el Tribunal Unitario Agrario del distrito número cinco les otorgara una sentencia favorable, en la que se reconocía a la comunidad como legítima dueña del territorio.
También está el caso de Juan Ontiveros Ramos, otro defensor de derechos humanos y ambientales que denunció la situación de violencia en el municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, a la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía General del Estado y de la Secretaría de Gobernación. Ontiveros fue secuestrado y asesinado después de su participación en reuniones oficiales para exigir protección a su comunidad.
En Colombia, la CIDH registró siete homicidios en contra de personas defensoras de derechos humanos. El 16 de enero, en Guatemala fue asesinada Leonor Vázquez Pineda, quien fuera activista del movimiento pacífico de resistencia contra el proyecto minero de San Rafael. Un día después fue asesinado Sebastián Alonso Juan, un hombre indígena defensor de los derechos de la tierra, en Huehuetenango, durante una protesta pacífica en contra de proyectos hidroeléctricos Pojom I y II. Y en Nicaragua, tres miembros de la comunidad indígena miskitu, fueron asesinados también sólo en lo que va del 2017.
Con información de Huffington Post y NY Times