Ya suman más de mil 500 presos palestinos que llevan a cabo una huelga de hambre en cárceles israelíes. Murió uno de ellos Mazan al Maghrebi. El diputado palestino Marwan Barguti hizo un llamado a la comunidad internacional para evitar más muertes y se respete el derecho internacional
Regeneración, 6 de mayo de 2017. La “Huelga por la libertad y la dignidad”, convocada por uno de los líderes palestinos más emblemáticos, el diputado Marwan Barguti (encarcelado desde hace 15 años), tuvo inicio este pasado 12 de abril; fecha reconocida como el “día del preso”.
La huelga de hambre de los prisioneros y prisioneras de Palestina ya cumple 20 días. Son más de mil 500 presos palestinos en huelga de hambre en cárceles israelíes. Murió uno de ellos, Mazan al Maghrebi, prisionero que estaba en libertad y se unió a sus compañeros en la huelga de hambre por la Dignidad y la Libertad, por Palestina.
Sus demandas son elementales: Mejorar la situación dentro de los centros de detención, aumentar las visitas de los familiares y terminar con la política de aislamiento y detención administrativa, son los reclamos actuales de los y las presas.
Desde el 17 de abril se mantienen en ayuno, pero numerosos prisioneros y prisioneras que sufren diversas enfermedades han tenido ya agravamientos que les pueden llevar a la muerte, como a Mazan. El jueves pasado se sumaron otros 53, todos los días aumenta la cifra de los 1500 que comenzaron.
Fuera de las cárceles sionistas, donde se practica la tortura aprobada por ley por los administradores del ente, también va creciendo el número de huelguistas.
Apenas 12 días antes del aniversario de la Nakba, de la Catástrofe, de la matanza y expulsión del pueblo palestino por los grupos armados terroristas de Israel, los que formaron el llamado ejército de Israel, al día siguiente de quedarse con más de la mitad de la tierra de Palestina en 1948, apenas 12 días antes del aniversario, murió Mazan al Maghrebi.
Numerosos prisioneros y prisioneras que sufren diversas enfermedades han tenido ya agravamientos que les pueden llevar a la muerte, como a Mazan. Tan sólo salvarán su vida si la movilización general en el mundo obliga a Israel a cumplir con el Derecho Internacional
De puertas adentro los asesinos también tiemblan. Sus intentos de romper la huelga organizando maniobras de desgaste mediante el robo de pertenencias, asaltos a las celdas en altas horas de la noche, sustracción del agua y la sal que toman los prisioneros y prisioneras, torturas, cambios diarios de muchos de ellos de prisión para agotar sus pocas fuerzas, o hacer de “poli bueno” dejando pequeñas concesiones para algunos y algunas, ponen de relieve su inquietud. A ello suman la represión de las manifestaciones con fuego real y todas las bombas de gas.
En las redes sociales también se batalla multiplicando los llamamientos y las razones, los títulos que se generalizan son “Huelga por la Dignidad”; “Agua y Sal”; “Apoyo a los Prisioneros y Prisioneras”; y, “Prisioneros de la Libertad”.
Mazan ha muerto por la Dignidad y la Libertad de Palestina, que es también nuestra. La solidaridad le dará larga vida.
Cualquier palestino puede ser llevado a prisión sin cargo alguno. Esto habitualmente sucede con las “detenciones administrativas”, en las que palestinos y palestinas son sometidos a juicios militares sin derecho a defensa de ningún tipo, y son condenados a prisión durante 6 meses renovables. Estos son los niveles actuales de violación al derecho internacional.
La primera huelga de hambre realizada por los presos palestinos fue en el año 1969, que le costó la vida a un huelguista.
El 4 de mayo, una triste noticia, la muerte de uno de los huelguistas Mazan al Maghrebi
Los presos están dispuestos a continuar la huelga de hambre, hasta las últimas consecuencias.
Marwan Barguti, diputado palestino en prisión, convocante de la huelga de hambre, escribió una carta a los diputados del mundo:
“Si ustedes están leyendo este mensaje ahora, ello significa que la ocupación israelí ha optado por continuar su política de represión y castigo colectivo contra los prisioneros palestinos y la incitación contra ellos, en lugar de responder a sus legítimas demandas, y el hecho de recibir esta carta también significa que ya me encuentro de nuevo en una celda de aislamiento con mis otros colegas que están en huelga de hambre, pero no vamos a estar en silencio, y no nos rendiremos y no se quebrantará nuestra voluntad”.
“La huelga de hambre de los prisioneros es un medio legítimo y pacífico para confrontar la violación de los derechos de los prisioneros garantizados por el Derecho Internacional, de modo que los prisioneros palestinos viven bajo la opresión de la ocupación, mientras les pertenece el derecho a la protección en virtud del Derecho Internacional Humanitario”, escribió Barguti, uno de los líderes palestinos más indiscutidos.
“Hemos recurrido a esta huelga tras meses de desgaste de todos nuestros esfuerzos y todos nuestros intentos de conseguir nuestras legítimas demandas relativas a la detención administrativa arbitraria y colectiva de los palestinos, las torturas, las medidas punitivas ejercidas contra los prisioneros y la negligencia médica deliberada, así como la privación de las visitas de nuestros parientes y del derecho a comunicarnos con ellos, y el derecho a la educación, que son los derechos más básicos que deberíamos tener”.
“Israel continúa deteniendo a parlamentarios palestinos, y yo fui el primer parlamentario palestino detenido en el 2002. Desde entonces, el Estado sionista ha detenido a 70 parlamentarios más, es decir, más de la mitad de los miembros del Consejo Legislativo Palestino, 13 de ellos todavía están en las cárceles israelíes, hecho que se considera un insulto para todos los parlamentarios, la democracia y los derechos humanos, y se considera también una afrenta a la libertad y la justicia, por lo que debemos responder contra estos hechos».