Por Pedro Gellert
El 2 de septiembre es el Día Nacional de Vietnam. En esa fecha en 1945, Ho Chi Minh leyó la declaración de independencia de Vietnam en Hanoi.
En estos casi 100 años Vietnam ha sido un punto de referencia obligatorio para los pueblos del mundo y las fuerzas progresistas de los cinco continentes.
Por la exitosa guerra de liberación nacional que libró contra el colonialismo francés que culminó con la derrota de la potencia colonial en la Batalla de Dien Bien Phu en 1954.
Por la guerra revolucionaria de los años 1960s y 1970s contra el imperialismo norteamericano y su régimen títere en el sur del país que terminó con el triunfo del movimiento de liberación nacional y la reunificación de Vietnam en 1975.
La lucha del pueblo vietnamita fue una inspiración para toda una generación de jóvenes en casi todos los países del planeta. Demostró que sí, con un pueblo movilizado y una línea política correcta juntando la lucha y las reivindicaciones nacionales populares con el proyecto socialista y la solidaridad internacional, es posible triunfar contra el país más poderoso del planeta. El símbolo de esa fusión del nacionalismo vietnamita con el proyecto socialista y el marxismo está ejemplificado en la figura de Ho Chi Minh.
Hoy día Vietnam sigue siendo un faro para las fuerzas progresistas del mundo entero, ahora por su exitosa construcción del socialismo -con características nacionales- en un país subdesarrollado y devastado por la guerra.
En los últimos 30 años, Vietnam ha mantenido el crecimiento promedio de PIB de 6 al 6.5%. En cuatro años consecutivos, del 2016 al 2019, Vietnam estuvo entre los 10 países de más rápido crecimiento en el mundo y una de las 16 economías emergentes más exitosas. El PIB creció 8.02% en 2022 y 5.05% en 2023 y la predicción para el crecimiento promedio de PIB en 2024 es de 6.5% al 7%.
Según el Informe de Perspectivas de la Economía Mundial del Fondo Monetario Internacional (FMI) de abril de 2024, Vietnam es el único representante del Sudeste Asiático entre los 10 primeros con una previsión de crecimiento del 6.4% desde 2024 hasta 2029 y experimentará un período de fuerte crecimiento económico para colocar al país en las filas de las economías emergentes con las tasas de crecimiento más rápidas, abriendo grandes oportunidades para Vietnam en la atracción de inversiones en el extranjero y promover el desarrollo económico en la región y el mundo.
Desde luego, este crecimiento fue logrado no con recetas neoliberales que aumentan la brecha entre ricos y pobres, sino con una política que combina el desarrollo económico con el progreso y justicia social. Esos resultados a nivel del bienestar y el aumento constante en los niveles de consumo de la población han consolidado el apoyo popular al proyecto del Partido y gobierno.
Se busca una sociedad solidaria, unida y cooperativa, orientada hacia valores progresistas y humanos, en lugar de una competencia injusta donde “el pez grande se come al pez pequeño” en beneficio de unos pocos. La sociedad socialista que Vietnam está construyendo es una sociedad de un pueblo próspero, una nación fuerte, democrática, justa y civilizada. El Partido y el Estado mantienen el principio de que “el pueblo es la base”, con el lema “el pueblo sabe, el pueblo opina, el pueblo actúa, el pueblo controla, el pueblo supervisa, el pueblo se beneficia”.
Hoy día, Vietnam juega un papel cada vez más importante en la política y economía internacionales. A través de lo que llama la Diplomacia del bambú, Vietnam tiene relaciones diplomáticas con 193 países –que incluye todos los países de nuestro continente- y un creciente intercambio comercial en diversos rubros.
En este 79 aniversario de la fecha histórica de la proclamación de la independencia de Vietnam y su Día Nacional, enviamos saludos de la patria de Zapata a la patria de Ho Chi Minh.