Regeneración, 25 de noviembre del 2015.-Serbia, Croacia, Eslovenia y Macedonia cerraron hace dos días sus fronteras a los migrantes y refugiados que están atrapados en Idomeni, zona de amortiguación de la frontera entre Grecia y la Antigua República Yugoslava de Macedonia, soportando las fuertes temperaturas de la zona.
Por esta razón un grupo de iranís iniciaron una huelga de hambre cosiéndose la boca para exigir que se les abra el paso por la frontera y les permitan acceder al país vecino, como lo hacen migrantes Sirios, de Afganistan e Irak. La protesta ha se ha hecho más fuerte logrando que se sumen más inmigrantes cosiéndose también la boca con hilo de nailón.
En la frontera de la República de Macedonia se ha levantado una valla de seguridad, lo que ha aumentado la presión en la Unión Europea.
La ACNUR (Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados) afirma que esto provoca una «nueva situación humanitaria» en el Este de Europa. La decisión de separar a los migrantes por nacionalidades es contraria a la legislación internacional, según ACNUR. «Todas las personas tienen derecho a buscar asilo, independientemente de su nacionalidad y cada caso debe ser escuchado», ha declarado Adrian Edwards, portavoz de ACNUR
Fotografías por Alexandros Avramodis