El uso de balas reales y excesivo uso de fuerza contra palestinos condenado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Foto: AlJazeera, Hosam SalemLa Gran Marcha del Retorno continúa en la Franja de Gaza: 9 palestinos asesinados por las fuerzas de ocupación israelí y más de mil heridos en las protestas de este viernes
Por Otto Ulrike Becerril García
Regeneración, 7 de abril del 2018. La Gran Marcha del Retorno es un nuevo esfuerzo de la sociedad palestina de la Franja de Gaza para exigir el respeto a sus derechos más fundamentales: la libre autodeterminación y el derecho al retorno.
Las asfixiantes condiciones a las que son sometidos diariamente más de dos millones de habitantes de la Franja han dado lugar a la organización colectiva, pacífica y multitudinaria, con el único objetivo de poner a la vista de todo el mundo la terrible crisis humanitaria en que se encuentra este territorio de, solamente, 385 kilómetros cuadrados.
La segunda jornada de protestas culminó con un saldo de 9 palestinos asesinados y más de mil heridos de los cuales 491 fueron lesionados con balas reales y, de éstos, 33 se reportan en estado muy grave, reportó el Ministerio de Salud Palestino en Gaza.
Un total de 31 palestinos, 27 durante las protestas, fueron asesinados desde el pasado 30 marzo que se convocó a la primera manifestación de la Gran Marcha del Retorno.
El uso de balas reales, así como el excesivo uso de la fuerza ha sido condenado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos este mismo día.
A lo largo de todo el territorio de la Franja de Gaza ―41 kilómetros― se reunieron, en distintos puntos de concentración, grupos de manifestantes pacíficos cerca de la valla de separación entre el territorio del Estado de Israel y el palestino.
Israel tiene la obligación de respetar la línea de armisticio, mal llamada frontera israelí, así como todas las manifestaciones que se celebren cerca de ésta.
Israel estableció, de manera ilegal, una franja de quinientos metros, dentro del territorio palestino, en toda la extensión de esta línea a la que no puede acceder ningún palestino.
El objetivo inmediato de las protestas era romper este cerco a fin de regresar a los territorios de los que fueron despojados en 1948 y ejercer su derecho al retorno consagrado en la Resolución 194 (III) de Naciones Unidas.
Durante la semana, el ejército israelí amenazó con el uso de francotiradores a fin de evitar cualquier intrusión.
Justificó sus acciones bajo el argumento de que Hamas, grupo político y militar que controla la Franja de Gaza desde 2007, se encuentra detrás de las protestas, y se escuda en el uso de mujeres y niños para infiltrar terroristas en su territorio.
Sin embargo, tanto el reporte del Alto Comisionado como diversos organismos de Derechos Humanos, como Human Rights Watch así como B’Tselem han atestiguado que las manifestaciones han sido enteramente pacíficas y las muestras de violencia por parte de los palestinos han sido menores; nunca con armas de fuego.
En total, están planeadas seis semanas de demostraciones que culminaran el 15 de mayo, día que se conmemora la creación del Estado de Israel y que los palestinos recuerdan como la Nakba―la catástrofe― por ser el punto culminante de un proceso de dos años, 1947-1949, que significó la pérdida de cientos de vidas humanas, hogares y expulsión de sus hogares.
Este llamado, uno más de los palestinos de la Franja de Gaza, pone de manifiesto la precaria situación económica, social y política en la que se encuentran sus habitantes.
El bloqueo que sostiene Israel, con la complicidad de Egipto en el sur, de mar, tierra y aire ha hecho inviable la vida en esta franja costera.
La muerte lenta e inadvertida no es una opción para el pueblo palestino.