La ‘verdad histórica’ de Murillo Karam basada en la existencia de Guerreros Unidos, fue cuestionada por un juez federal quien consideró que no se han aportado pruebas fehacientes de la existencia del grupo criminal que presuntamente desapareció a los 43.
Regeneración, 15 de noviembre de 2016.– El pasado septiembre, luego de estudiar los documentos entregados por la Procuraduría General de la República (PGR), el juez federal Óscar García Vega, determinó que no existen pruebas para comprobar la existencia del grupo criminal Guerreros Unidos, base de la verdad histórica de Murillo Karam.
Según el Juez, el Ministerio Público (MP) de la federación, en la fase indagatoria, realizó una deficiente investigación pues no aportó probanzas aptas y suficientes para comprobar lo señalado en su pliego consignatorio.
Esta conclusión fue parte de las imputaciones que se formularon contra Sidronio Casarrubias, identificado como uno de los principales líderes de Guerreros Unidos, sobre lo que García Vega dijo que “del caudal probatorio que obra en el sumario (de la causa penal) no se aprecian indicios suficientes para acreditar que existe la organización permanente o reiterada, de forma jerarquizada de tres o más personas”.
“Para acreditar la existencia del conglomerado criminal Guerreros Unidos, la PGR citó como evidencias tres autos de formal prisión emitidos en 2012 y 2013 contra presuntos integrantes de ese grupo delictivo. Sin embargo, la PGR nunca presentó dichos autos de formal prisión, sólo proporcionó la clave de identificación de cada uno de los tres expedientes, y le pidió al juez que rastreara dichos expedientes a través de internet”.
Además, detalló el juez, los autos de formal prisión se emiten contra un presunto inocente, que será juzgado para determinar si es culpable de algún delito, lo que no determina la existencia del grupo criminal.
Por si fuera poco, la PGR presentó como pruebas declaraciones ministeriales de Casarrubiar y otros detenidos, como evidencia de la existencia de Guerreros Unidos, algo que también fue desechado por el juez, pues los detenidos aceptan que vendían estupefacientes, pero no que estuvieran agrupados.
A decir del juez, los dichos de una persona que declara ante el MP no son pruebas de la existencia de un grupo criminal y que las indagatorias no son concluyentes.
“No son aptas (las pruebas) para acreditar la existencia del grupo criminal Guerreros Unidos, por las razones expuestas, pero tampoco demuestran la pertenencia del inculpado Sidronio Casarrubias Salgado a dicho conglomerado, toda vez que del análisis de las documentales relativas a las declaraciones ministeriales en cuestión, se advierte que sólo se señalan nombres de algunas personas que se dedican a realizar actividades ilícitas en diversos lugares en el estado de Guerrero, sin embargo, tales desposados son insuficientes e ineficaces para acreditar una estructura (criminal organizada)”, dijo el juez.
Por lo anterior, el juez emitió un auto de liberación por las imputaciones contra Sidronio Casarrubias, pero lo recluyó por el delito agravado de portar un arma de uso exclusivo del ejército, pues cuando fue detenido tenía una pistola y fusiles de asalto.
Pero habría que resaltar que la pena por este delito, portación ilegal de armas, es de tres a diez años, algo que dejaría sin justicia las imputaciones de su responsabilidad en el caso de los 43 normalistas desaparecidos.
Vía Animal Político.