Las severas críticas que pesan sobre el titular de la PGR, Raúl Cervantes, sobre su relación con Peña Nieto, así como los escándalos por golpear a su esposa, no motivaron su cesión, pero sí frenar su pase automático a la nueva Fiscalía General.
Regeneración, 29 de noviembre de 2016.- Raúl Cervantes no será el nuevo Fiscal General, o al menos no automáticamente como se había planteado, pues Peña Nieto echó para atrás la iniciativa que colocaría al procurador como fiscal por nueve años.
Desde que se dio su nombramiento, opositores en la cámara y organizaciones civiles señalaron la relación de amistad “cercana” de Cervantes Andrade con Enrique Peña Nieto, además, de su pasado turbio como defensor del compro de votos del PRI en las elecciones presidenciales del 2012 y los episodios de violencia contra su exesposa; como algunas de las razones por las que no debería ser nombrado.
Hoy, sin embargo, Peña Nieto envió una iniciativa de reforma al artículo 16 transitorio del 102 constitucional para eliminar la posibilidad de que el titular en funciones de la Procuraduría General de la República se convierta en automático en fiscal General de la República por 9 años.
La propuesta de Peña Nieto establece ahora que el procurador general en funciones, al momento de expedirse la declaratoria para elegir al fiscal General de la República, “continuará en su encargo hasta en tanto el Senado designe al Fiscal General de la República y podrá ser considerado para participar en el referido proceso de designación”.
Pese a esta reforma, expertos, académicos y especialistas consideran insuficiente la iniciativa, por ejemplo Marta Tagle, senadora independiente quien indicó que “a pesar de la iniciativa de Peña Nieto sobre la Fiscalía General se requiere un compromiso público de Raúl Cervantes Andrade de renunciar y someterse al proceso”.
Vía Proceso y Milenio.