Subió más de 300% quejas de tortura

La CNDH inició el año pasado 300 por ciento más investigaciones que en 2015, por tortura y se espera que este año sean más.

 

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Regeneración, 26 de enero de 2017.- Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) cada año se están incrementando de manera exponencial las denuncias por tortura y desaparición forzada.

El Ombudsman, Luis Raúl González Pérez, presentó un informe de labores ante los legisladores en el que detalló que al inicio de este año, se tenían abiertos 216 casos de tortura y 15 por desapariciones forzadas.

«Lo cuál representó en los casos de tortura y desparición formzasa un incremento del 332 y del 36 por ciento respectivamente en comparación con el 2015», dijo.

Además resaltó que este año, las quejas podrían aumentar, pues en 2015, se registraron 49 expedientes de quejas.

Para iniciar una queja en la CNDH, el organismo analiza la denuncia ciudadana y considera si hay o no elementos para determinar la presunta violación de los derechos humanos. Más tarde, los expedientes pueden cerrarse por dos razones: desistimiento del quejoso, porque se soluciona algún asunto por conciliación, la emisión de recomendaciones o que no se halla evidencia de la violación.

Sin embargo, el organismo reconció que aunque se emiten las recomendaciones, en general son ignoradas pues de las 72 hechas en 2016 a 55 autoridades, sólo dos han sido cumplidas en su totalidad. Del resto, hay cumplimiento parcial en 54, 14 fueron aceptadas y nada se ha hecho y 2 están en proceso de valoración.

«Durante sus 26 años de existencia, la CNDH ha dicho diversos llamados y recomendaciones para el reconocimiento y respeto de los derechos humanos, no obstante lo cual se siguen preservando prácticas y conductas que en nuestro país tendrían que haberse superado, tales como la tortura, las ejecuciones arbitrarias, la desaparición forzada o las detenciones arbitrarias», dijo el funcionario.

«Lo anterior, cuestiona que los derechos humanas efectivamente se hayan puesto como eje de todo acto de autoridad y si la totalidad de los servidores públicos realmente están capacitados y han asumido el respeto a la dignidad humana como parámentro para el ejercicio de sus atribuciones».

Vía Reforma.