El primer acceso al Metro, en 1969, fue con una estampilla y no con un boleto, pues el uso de este data de 1970 y fue el de Benito Juárez, en blanco y azul
Regeneración, 25 de marzo de 2017.- A pesar de la inclusión del mundo digital en nuestra vida diaria, el boleto es el preferido del 55% de los usuarios del Metro esto en comparación con el uso de la tarjeta multimodal, aseguró Jorge Gaviño, el director del STC, en junio del pasado año.
Desde el inicio de la operación de este sistema de transporte, el diseño de los boletos está a cargo de la Corporación Mexicana de la Impresión (Comisa), que plasma los logotipos de las instituciones y para esto un proceso basado en la supervisión de la tira magnética, la serie y los números romanos que aparecerán en la cara del boleto; en esta última frase surgen los tickets con cifras capicúa (que se leen de izquierda a derecha y a la inversa), para los coleccionistas es como encontrar la suerte.
Según datos obtenidos por El Universal, vía transparencia, el presupuesto para este 2017 destinado a las tarjetas y boletos es de 70 millones de pesos, que se reparten entre diseño, fabricación e impresión.
Cuando este sistema de transporte empezó, en el año de 1969, el precio de la estampilla era de 1.25 pesos y este precio se mantuvo por casi 20 años. En toda su historia, el costo ha sufrido 11 ajustes, el más reciente de estos fue en 2013, cuando el precio se elevó a los 5 pesos y aún sigue vigente.
Reunir absolutamente todos los boletos, conseguir los más viejos, intercambiar y conservarlos es lo que une a los Coleccionistas de Boletos del Metro, que comenzaron a reunirse en los 90, pero fue hasta 2011 que crearon una página de Facebook. En una conversación con El Universal, el administrador de esta red social, comenta cómo se unen personas de diferentes edades y zonas de la Ciudad de México.
Hay que resaltar la anécdota de Jesús, Emiliano y Leticia, que son coleccionistas de estos boletos, que aunque se diferencian, todos ellos tienen una historia que contar alrededor de todos estos pequeños pedazos de cartón, que en taquilla tiene un precio de 5 pesos, pero entre los “cazadores” pueden alcanzar hasta los 3 mil.
Con información de: El Universal