Las 10 mujeres más influyentes dentro de la historia de México

De acuerdo a nuestra perspectiva, estas mujeres han impactado en la historia de México 

Por Ana Duarte

1.- Josefa Ortiz de Domínguez: revolucionaria y patriota, mejor conocida como “la Corregidora” y “madre de la patria”, esta mujer originaria de Morelia, Michoacán,pasó a la historia cuando informó a los revolucionarios que la conspiración independentista de Querétaro, había sido descubierta.

Años más tarde, fue hecha prisionera y recluida en el convento de Santa Catalina de Siena durante tres años. Liberada de la prisión, fue objeto de condecoraciones y títulos que rechazó de manera enérgica al no estar de acuerdo con el imperio. Bajo la frase “Servir a la patria es un deber y un orgullo, no hay que premiar a quién sirve a la patria, sino castigar a quién de ella se sirve», fue recordada.

2.- Leona Vicario: conocida como “La mujer fuerte de la Independencia” también fue considerada la primera periodista del país. Leona, desarrolló un enorme sentido crítico frente al mundo a partir de sus lecturas, lo que para muchos significaba señal de rebeldía, lo que ocasionó que fuera espiada y su correspondencia interceptada, de donde se le inculpó por su participación en la lucha independentista y le ocasionó llegar a prisión y la incautación de bienes. No obstante, tres insurgentes disfrazados de oficiales virreinales ayudaron a escapar a Vicario.

En tanto, Vicario siguió en la actividad política, poética y periodística junto a su esposo, hasta su muerte, que llego el 21 de agosto de 1842, en su casa en la Ciudad de México. En ese mismo año fue declarada «Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria», siendo la única mujer en tener un funeral de Estado; sus restos descansaron primero en el panteón de Santa Paula, en 1900 fueron enviados a la Rotonda de las Personas Ilustres, hasta su traslado en 1925, a la Columna de la Independencia.

3.- Las Soldaderas: mujeres anónimas que, junto a las grandes tropas de Francisco Villa, Emiliano Zapata y Venustiano Carranza, sorprendieron con su participación en la lucha armada de la Revolución Mexicana.  Estas mujeres eran cocineras, enfermeras, madres y esposas que acompañaban al ejército mexicano durante sus giras para desempeñar diversas tareas, principalmente eran las encargadas del espionaje e intercambio de información confidencial.

Este es un ejemplo claro para revalorizar a la figura femenina en la lucha armada mediante la reinterpretación artística de sus distintos roles y facetas.

La escritora y periodista Elena Poniatowska, señala que “sin las soldaderas no hay Revolución Mexicana; ellas la mantuvieron viva y fecunda, como la tierra y la alimentaron a lo largo de los años”.

4.- Amelia Robles: El primer coronel transgénero de la Revolución Mexicana.

Amelia es una mujer que decidió unirse a la lucha revolucionaria, específicamente en las filas zapatistas. A la edad de 24 años, decidió adoptar una identidad masculina. Ahora en el papel de “Amelio” estableció su masculinidad a través de su ademanes, vestimentas y comportamientos. Su participación dentro de la Revolución se centró en tareas de mensajería, contrabando de armas y víveres, lucha armada y misiones especiales, como conseguir financiamiento de las empresas petroleras para la causa revolucionaria.

A pesar que su acta de nacimiento original indica que es mujer, su expediente personal en los archivos militares incluye un acta de nacimiento falsa, proporcionada por el mismo Amelio, donde se certifica que nació hombre y aunque era del dominio público que nació mujer, el ejército lo registró como hombre. Así, Amelio Robles se convirtió en la primera persona transgénero en ser reconocida por el Estado.

5.- Carmen Serdán: revolucionaria tenaz que luchó junto a su madre y hermano en contra la dictadura de Porfirio Díaz, bajo el sobre nombre de “Marcos Serratos” se dedicó a imprimir y repartir proclamas, así como distribuyeron armas para luchar en contra de su régimen. Salía clandestinamente a pegar propaganda anti porfirista y fabricaba bombas con pólvora y dinamita.

El 18 de noviembre de 1910, soldados y policías porfiristas llegaron a su casa y se registró un tiroteo que duró muchas horas. Ahí murió su hermano Aquiles y ella fue a la cárcel. Más tarde se incorporó como enfermera en los hospitales de las fuerzas combatientes. Al triunfar el constitucionalismo, Carmen se retiró de la vida pública.

6.- Las hermanas Narváez: Rosa y María Narváez, fueron colaboradoras de Carmen Serdán, quien se sumaron a la lucha en contra de Porfirio Díaz, fabricando bombas con pólvora y dinamita para beneficio de los revolucionarios.

Estas mujeres fueron las primeras colaboradoras del movimiento precursor; después, participaron como orientadoras ante la dispersión originada por el asesinato de Serdán y trabajaron en la distribución de armas, correos, noticias y órdenes.

7.- Eulalia Guzmán: maestra y arqueóloga recordada por luchar por la reivindicación del mundo prehispánico, involucrada en múltiples tareas educativas, científicas y culturales, fue la creadora del Archivo Histórico de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH).

Eulalia Guzmán formó parte de la Escuela Nacional de Maestros; fue fiel seguidora de Madero y cesada de su incipiente labor educativa por Victoriano Huerta; fue apoyada en sus gestiones educativas por José Vasconcelos; colaboró en asociaciones femeninas y logias masónicas. Tras su participación en un seminario de reformas educativas en Ginebra, Suiza (1922), Eulalia se encarga de implantar un modelo educativo denominado Escuela Experimental entre los pueblos yaqui y yori.

8.- Sor Juana Inés de la Cruz: es considerada la mayor figura de las letras hispanoamericanas del siglo XVII, y recordada como una autora que debió enfrentarse a convencionalismos de su tiempo, es por eso que se tuvo que disfrazar de hombre para seguir estudiando. Tiempo después ingresó a la Corte Virreinal como dama de honor de Leonor Carreto, esposa del virrey Antonio Sebastián de Toledo, accediendo así a la gran biblioteca virreinal.

En sus obras se dedicó a señalar que era un mito que hubiera diferencias intelectuales entre hombres y mujeres. Su sátira contra los hombres y su defensa de las mujeres dejan de ser una opinión: son una reacción moral, e incluso física, ante las experiencias vividas.

En su sed de conocimiento, Sor Juana también elaboró una amplia lista de humanistas y religiosas con prominentes aportaciones culturales y científicas.

9.- Gertrudis Bocanegra de Lazo de la Vega: incansable luchadora social durante la independencia de México. Bocanegra, organizó una red de comunicaciones en Pátzcuaro para organizar a las fuerzas insurgentes y facilitar la entrada a la Ciudad de Michoacán.

En tanto, su hijo y su esposo se incorporaron al ejército insurgente en las filas de Manuel Muñiz, que a su vez, se incorporó con su tropa al ejército comandado por Miguel Hidalgo a su paso para Guadalajara, tomando parte en la batalla de Puente de Calderón, hecho donde murieron.

En el año de 1817 fue apresada y sufrió interrogatorios para que delatara a sus compañeros, sin embargo, su lealtad hacia la patria se lo impidió. Tras negarse a revelar información fue sentenciada y fusilada amarrada al pie de un fresno de la plaza mayor, actualmente conocida como Vasco de Quiroga.

10.- Rosario Ibarra de Piedra: es una activista mexicana, defensora de los derechos humanos. Tras la desaparición forzada de su hijo en Monterrey, por policías estatales al mando de Carlos G. Solana Macías y luego por agentes de la Dirección Federal de Seguridad, fundó el Comité ProDefensa de Presos Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos de México, llamado ahora Comité Eureka.

Desde su creación han logrado encontrar a 148 desaparecidos con vida. Es una líder política importante dedicada a la lucha contra la impunidad. Fue diputada y candidata a la presidencia en 1988 por el Partido Revolucionario de los Trabajadores y actualmente es senadora por el Partido del Trabajo. Ha sido candidata al Premio Nobel de la Paz en cuatro ocasiones.

En estos 42 años, Rosario Ibarra se ha colocado como el principal ícono de la organización de familiares de desaparecidos, por lo que la han considerado metáfora de la maternidad fiera. Ella misma ha dicho que la búsqueda de Jesús “es parte del oficio de ser madre, le di la vida, tengo la obligación de preservársela, de salvarlo, de traerlo hacia el afecto, de devolverle, como decía una compañera por ahí, todos los soles que les han robado”.