La hidroeléctrica San Antonio disminuirá el caudal de los ríos Zempoala y Ateno y efectará el medio ambiente, admite la empresa GESA.
Leticia Ánimas
Regeneración, 2 de agosto de 2017. Huauchinango, Puebla.- Aunque la empresa GESA admite que la construcción de la hidroeléctrica San Antonio tendrá efectos negativos “dramáticamente evidentes” como la obstrucción del cauce natural de los ríos Zempoala y Ateno y la eliminación permanente de la cubierta forestal de 16.805 hectáreas de terreno, autocalifica que es “un proyecto amigable con el entorno natural”.
De acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) sometida a consideración de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), el corporativo interesado en la edificación de una generadora de energía en cinco municipios de la Sierra Norte de Puebla, se identificaron ocho impactos ambientales durante los trabajos para hacer las obras de toma, caminos de acceso, y embalses que durarán 6 años y en operación y mantenimiento 60 años más.
Se realizará la remoción de la cubierta forestal del sitio de obras permanentes y de la superficie del embalse. Se derribarán árboles. Se afectará el suelo vegetal del sitio. Se realizará el corte del talud para los caminos de acceso, modificando el talud natural del terreno. Se nivelará el sitio para la instalación del almacén de insumos y residuos peligrosos. Se realizarán los cortes para la construcción de la estructura de cimentación de la obras de toma, establece GESA.
Además se obstruirá el cauce natural del río durante la construcción de las obras de toma. Se compactará el suelo de superficie de rodamiento de los caminos de acceso y se embalastrará. Y cuando empiecen a llenar el embalse y se reducirá el caudal del arroyo aguas abajo de las obras de toma, “pero se garantizará el gasto ecológico”.
No obstante que la MIA califica como la afectación más relevante a la disminución del caudal del Río Zempoala, aguas abajo de su derivación, se asegura que el agua utilizada se reintegrará el mismo en un punto de confluencia tributaria del Río Ateno al Río Zempoala y se asegura que habrá una compensación cuatro veces mayor que la zona afectada.
Por ello, estableció la empresa, el proyecto hidroeléctrico San Antonio “se percibe como un proyecto amigable con el entorno natural, que permitirá garantizar el abastecimiento de energía eléctrica a través del agua como recurso limpio y renovable. Así, aunque los efectos negativos de la construcción del proyecto son dramáticamente evidentes, la aplicación de las medidas recomendadas en este documento, y aquellas que se le adicionen, garantizará esta percepción”
En el documento que es analizado por la SEMARNAT y registrado con el número de expediente 21PUE2017E0058 se incluye además la ubicación de las obras que componen el proyecto en el que se prevé la construcción de tres caminos de acceso, dos casas de máquinas, una subestación, tres líneas de transmisión y diversos trabajos hidráulicos con una inversión mínima de 20 millones 411 mil 817 dólares.
Además se asegura que se generarán un mínimo de 15 MegaWatts para un “programa de autoabastecimiento energético” para la empresa Generacion Electrica San Antonio S.A de C.V y sus socios.
La Hidroeléctrica San Antonio afectará terrenos de la zona limítrofe de los municipios de Xochitlán de Vicente Suárez, Zapotitlán de Méndez, Atlequizayan, Zoquiapan y Nauzontla -estos dos últimos declarados como libres de proyectos de muerte por sus Cabildos-, ubicados en la Región Prioritaria 105 de la Comisión Nacional de la Biodiversidad que la definió como prioritaria para la conservación por la existencia de bosques mesófilos de montaña presentes en las cañadas y la selva alta perennifolia en las partes bajas.