Marichuy no tiene registro ante el INE; única candidata independiente honesta: CNI

El Congreso Nacional Indígena (CNI) informó que el Instituto Nacional Electoral validó sólo el 94.5% de las firmas reunidas por la candidata zapatista: 281 mil 955.

Regeneración, 19 de marzo de 2018.- El Congreso Nacional Indígena (CNI), el Concejo Indígena de Gobierno (CIG), la Asociación Civil “Llegó la hora del florecimiento de los pueblos” y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) aceptaron que no lograron reunir las firmas suficientes para registrar la candidatura presidencial de María de Jesús Patricio Martínez, mejor conocida “Marichuy”.

“Obtener el número de firmas suficientes nos hubiera permitido aprovechar ese espacio para seguir visibilizando a los pueblos originarios, sus dolores y luchas, así como señalando el carácter criminal del sistema, para hacernos eco de los dolores y rabias que pululan en todo el territorio nacional, y para promover la organización, la autogestión, la resistencia y la rebeldía”, declararon.

Aseguraron que fue única candidata independiente que no presentó firmas apócrifas ni simuladas, como  Jaime “El Bronco” Rodríguez, Armando Rios Piter y Margarita Zavala.

Por medio de un comunicado,  las organizaciones indicaron que el Instituto Nacional Electoral (INE) validó sólo el 94.5% de las firmas reunidas por la candidata zapatista: 281 mil 955.

De ellas, 10 mil 624 fueron capturadas en papel, no en aplicación digital, en su mayoría corresponden a asambleas comunitarias.

El Congreso Nacional Indígena no se dio por vencido, pues aún faltan firmas por ser validadas, pero el INE argumenta que no tiene tiempo.

El CNI indicó que su lucha sigue con métodos legales, legítimos y honestos. Para ello, puso a disposición el siguiente correo electrónico: [email protected] para recibir las propuestas hacia esta nueva etapa de lucha.

«Esta etapa se caracterizó por involucrar a más personas y sectores, más allá de los pueblos originarios y del CNI, en una lucha civil y pacífica, incluyente, con una causa justa, con un horizonte de transformación radical de la realidad que padecemos tod@s, con métodos legales, legítimos y honestos, y esto es algo que no pueden decir ninguno de los miembros de la clase política institucional.»