Mientras José Antonio Meade era secretario de Sedesol, consiguió más de 12 mil millones de pesos, adicionales al presupuesto, que no fueron declarados.
Regeneración, 24 de abril de 2018.- Aunque José Antonio Meade, candidato del PRI a la Presidencia sigue presumiendo honestidad, durante su mandato como titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), la dependencia consiguió un incremento en el presupuesto por 12 mil millones de pesos (mdp), que no llegaron a su destino.
En un reportaje de Arturo Rodríguez para Proceso, se explica que durante el segundo semestre del 2015, la dependencia, sin pasar por el Congreso, sumó los 12 mdp que supuestamente se gastaron en apoyos a niños e indígenas, pero en los años siguientes del 2015, los montos destinados para dichas poblaciones, no incrementaron.
“Es decir, el ahora candidato presidencial contabilizó a millones de niños y ancianos indígenas ‘fantasmas’ que no volvieron a aparecer, igual que el dinero extra que recibió”, dice el texto.
El reportaje, basado en un análisis presupuestal, indica que los recursos serían destinados para 2 millones 466 adultos mayores y otros 2 millones y medio de niños, ambos indígenas, pero que según estadísticas oficiales, no existen.
El desfalco, además, fue reportado al entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio; a las Comisiones de Asuntos Indígenas y Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados; y a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que no indagaron ni hicieron público lo ocurrido.
La anomalía fue identificada por Jaime Martínez Veloz, quien fungía como titular de la Comisión para el Diálogo con los Pueblos Indígenas de México (CDPIM), de la Segob.
Martínez Veloz notó un incremento raro en el programa Pensión para Indígenas Adultos Mayores, que para el que de inicio se presupuestaron 12 mil 958 mdp, pero que con modificaciones en el tercer y cuarto trimestres del 2015, registró un aumento a 23 mil 376 mdp.
“El cálculo de Martínez Veloz fue elemental: un beneficiario del programa recibe una pensión mensual de 580 pesos, esto es 6 mil 960 pesos anuales. Por lo tanto, con el presupuesto de 12 mil 958 millones se podía atender a 1 millón 861 mil 800 personas, una cantidad que, conforme a la estadística oficial, era más del doble de la población objetivo”, detalla el periodista.
“Ya con el incremento presupuestal a 23 mil 376 millones de pesos se podría atender a 3 millones 358 mil 588 personas. Esto es, 3.8 veces la cantidad de adultos mayores indígenas que hay en México. Dicho de otra manera: partiendo del supuesto poco probable de que todos los adultos mayores indígenas hubieran recibido el beneficio, quedan 2 millones 466 mil 398 beneficiarios que no existen”.
Lo mismo sucedió con el Programa de Estancias Infantiles Indígenas, que contó con un incremento de mil por ciento, pero los recursos no reflejaron una ampliación en las estancias ni de niños beneficiarios.
En programa pasó de tener un presupuesto de 228 millones a 2 mil 515 millones de pesos en 2015; con la primera cifra, se atendían 9 mil 504 estancias, y con el segundo presupuesto se atendieron a 9 mil 534, es decir, que se aumento mil por ciento del presupuesto, por 30 estancias más.
En total, con esos dos programas, la cantidad irregular asciende a 12 mil 645 millones de pesos.
Pese a que la comisión a cargo de Martínez Veloz presentó oficios para informar sobre la falta de los recursos, a Osorio Chong y los diputados, no tuvo ninguna respuesta.
“En diversos análisis de las erogaciones para el desarrollo integral de los pueblos indígenas, elaborados por esta Comisión, se ha documentado la falta de claridad acerca de los criterios y metodologías usadas por estos programas para identificar a la población indígena y ejercer los recursos etiquetados, lo que implica que mientras los recortes al presupuesto sí impactaron directamente a la población indígena, los incrementos compensatorios no representaron beneficios adicionales a este sector de la población”, indicó Martínez Veloz en los documentos entregados.
“Hubo un disparo de las cifras en 2015 que es inexplicable y que nosotros hicimos del conocimiento de quienes podían hacer algo. Yo no soy investigador y teníamos que llevarlo a las instancias competentes, que son la Cámara de Diputados y la ASF”, añadió para la entrevista.
Entre los recortes presupuestales por la supuesta austeridad del 2015, miles de millones de pesos, se entregaron después sin la intervención del Congreso y su destino no fue ni claro ni se reflejó en los programas.
“Lo que puedo decir es que inventaron 1 millón y medio de indígenas mayores de 65 años que no existen en el país, que son fantasmas. No hay forma de justificarlo, te lo digo categóricamente. Lo que hizo (Meade) con la CDI fue quitarle recursos, y de eso que le quitó lo mandó a la Sedesol para atender un grupo fantasma, un grupo que no existe, de beneficiarios”, concluyó Martínez Veloz.