El gobierno de la Ciudad de México está usando recursos financieros y humanos públicos, para promover el voto en favor de Alejandra Barrales.
Por Fabiola Rocha| @fabioaromo
Regeneración, 26 de abril de 2018.- No tienen marcas, logotipos, ningún nombre o marca específica, las tarjetas que entregan operadores del Gobierno de la Ciudad de México para comprar y coaccionar el voto son blancas, con un código de barras y se manejan a distancia. Con ellas, se puede comprar en tiendas departamentales despensas, electrodomésticos y hasta conseguir “puntos” para subir en el escalafón sindical.
Al respecto habló un ex funcionario del Gobierno de la CDMX, quien bajo condición de anonimato, compartió el modus operandi que las delegaciones y el gobierno central perredista está presionando a trabajadores para apoyar a la candidata de Por México al Frente, Alejandra Barrales.
“Es un tabulador, cinco credenciales te da derecho a una despensa, 10 credenciales te dan derecho a aparatos electrodomésticos, 15 credenciales te otorgan un dígito sindical”, detalló.
La operación no está registrada o no hasta donde (él) tiene conocimiento, pero es operada por Miguel Ángel Vázquez Reyes, quien el 03 marzo pasado, asumió la Coordinación General de Gabinete Interinstitucional del Gobierno; y Juan Ayala Rivero, presidente del Comité Ejecutivo General del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCM) y candidato del Frente por el distrito 1 (GAM).
“Citaron a los líderes, a los secretarios generales de cada sección de la Ciudad de México para decirles, ‘su sección está en peligro si llega Morena’” y así obligarlos a participar.
Ya ayer, Univisión sacó un reportaje en el que reveló que trabajadores sindicalizados de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, fueron amenazados con ser despedidos si no se presentaban a protestar contra Andrés Manuel López Obrador, en el marco del primer debate presidencial.
Empleados del gobierno capitalino fueron obligados a protestar contra AMLO
También por mensaje de WhatsApp circulan mensajes en las que alertan que en caso de ganar Claudia Sheinbaum, se reducirán las prestaciones como bono de puntualidad y asistencia, tiempo extra, y hasta una parte de aguinaldo.
“Es una operación de terror, miedo, ‘vas a perder tu trabajo, tus prestaciones’”, dijo el informante.
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“Es el gobierno el que está haciendo la campaña, a través de las delegaciones perredistas y el sindicato”.
Aunque en una nota publicada por el Diario Basta, Juan Ayala culpa a Morena de utilizar a los trabajadores, los mismos empleados han señalado a través de reportes periodísticos la operación en favor de Alejandra Barrales, del PRD y despidos masivos por ser simpatizantes de Morena.
Por ejemplo, Belén Mendoza, empleada del área de Movilidad de la delegación Iztapalapa, quien tras nueve años de trabajo, fue despedida junto con 20 compañeros.
“El día 12 de marzo acudí a firmar, me dicen que yo ya no estoy en lista, voy con el de recursos humanos, el licenciado Mario Saucedo, me dijo que la baja venía del Gobierno central”, denunció Belén para Noticieros Televisa.
Los testimonios apuntan a que los perredistas buscan que los 135 mil sindicalizados del Gobierno central de la Ciudad de México, busquen o ayuden con la promoción del voto en favor del Frente.
La matemática quedaría así: 135 mil personas sindicalizadas, por 15 votantes (el máximo que les piden por persona para acceder a mejoras laborales), da un total de 2 millones 25 mil personas, es decir, casi una tercera parte del total del padrón electoral de la ciudad, que asciende a 7 millones 708 mil 729 electores, según el INE.
Coacción del voto, una operación de precisión.
La operación electoral que está llevando a cabo el gobierno de la Ciudad de México, es precisa y aunque se limita a los trabajadores del gobierno, podría afectar la elección.
“Están tocándole la puerta a puros trabajadores del gobierno de la Ciudad de México, son sus tiros de precisión”, contó el ex funcionario.
“Va alguien y les toca en su casa, sale la persona; traen un papel y dicen ‘busco a fulano, ¿es usted?’, ‘sí’; ‘¿trabaja en la Secretaría de Salud?’, ‘sí’; y ahí les ofrecen”, que de conseguir quien vote por el PRD, les van a dar beneficios, “les dejan las tarjetas y conforme vayan pasando credenciales, dependiendo de cuántas credenciales (de elector), les dan cosas”.
Por otro lado y para continuar con la compra de voto, operadores del Gobierno central de la CDMX, llaman a los domicilios particulares de ciudadanos que viven cerca de donde Alejandra Barrales se presentará para invitar a los vecinos.
“Les hablan para decirles que la señora (Barrales) va a estar ahí, también para ofrecer luminarias, agua, hacer lo que sea de servicios gubernamentales. Les apagan la luz para que haya qué resolver”, contó.
Más allá de los votos que pueda ofrecer los trabajadores de la Ciudad de México, su accionar político es lo que podría modificar la elección para convertirla en una elección de Estado, señaló el informante, pues con su conocimiento de la ciudad y con permiso para ofrecer recursos y servicios públicos, todo podría cambiar.