Son ancianos o sus viudas, que fueron braceros en Estados Unidos, se les descontó 10% de sueldo y a la fecha el gobierno mexicano no se los ha pagado
Regeneración, 18 de mayo del 2018. La Asamblea Nacional de Braceros señaló que continúan en su demanda porque les sean devueltos los ahorros que les fueron descontados cuando trabajaron en los Estados Unidos en el Programa Bracero, acuerdo firmado entre el gobierno mexicano y los Estados Unidos. Los descuentos ascienden al 10% de su salario devengado en aquellos años.
En imagen de lado izquiero es posible ver cómo eran recibidos los braceros mexicanos, al respecto la Asamblea Nacional de Braceros señala : «así es como se nos dió la bienvenida a la explotación, con desprecio y humillación.»
Indicaron que «así inició una larga historia de agravios a los «soldados del surco» como erróneamente se llamó a lo que no era otra cosa más que mexicanos trabajándoles sus campos y sus vías férreas a los gringos».
Todo ello derivado de la pobreza en la estábamos sumergidos, tal como hoy, pobres, viejos, defraudados por los gobiernos mexicanos y estadounidense y por los bancos; denunciaron
Añadieron que «muchos lustros han pasado pero seguimos en la lucha por justicia y por el reintegro de nuestro fondo».
El 14 de agosto del 2005, el periodista Jesús Ramírez Cuevas, publicó en La Jornada un artículo donde se demuestra documentalmente que los ex-braceros si aportaron el 10% de su salario para un fondo de ahorro y que el gobierno, a la fecha, se niega a pagarles.
El gobierno sí recibió sus ahorros. Pruebas del fraude a ex braceros
Por Jesús Ramírez Cuevas
Entre 1942 y 1966 el gobierno mexicano recibió millones de dólares procedentes de Estados Unidos como parte del Fondo de Ahorro descontado a trabajadores migrantes y que nunca les fue devuelto como se acordó en el convenio binacional.
El Ejecutivo alega que no hay documentos oficiales que acrediten la recepción y destino del dinero. Sin embargo, hurgando en archivos olvidados, ex braceros encontraron pruebas de que el gobierno recibió sus ahorros devengados en el vecino país.
Este año, el Congreso creó un fideicomiso con 298.5 millones de pesos para darles «ayuda social» en lugar de sus ahorros.
Algunas organizaciones rechazan el fideicomiso y demandan el pago completo de la deuda; otras reclaman que comience el reparto del apoyo prometido
Pedro Grande Valencia, ex bracero de Tlaxcala, desenvuelve su portafolio de plástico y extrae con cuidado unos papeles, como si fueran un tesoro.
«Estos documentos extiende el legajo prueban que el gobierno recibió nuestro dinero. Están en el Archivo General de la Nación (AGN). Los diputados y funcionarios de Gobernación dicen que no hay nada, pero nosotros hallamos pruebas que pueden servirnos en un juicio legal para obtener el pago íntegro del fondo de ahorro más los intereses».
Los expedientes hallados por integrantes de la Asamblea Nacional de ex Braceros (ANB) demuestran que el gobierno mexicano sí recibió millones de dólares del fondo de ahorro de los «soldados del surco» (10% de sus ingresos obtenidos en Estados Unidos entre 1942 y 1966) y que más de 50 años después les siguen adeudando.
Hay oficios de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) de 1945 que dan cuenta de depósitos por 30 millones de dólares de los braceros. Hay otros de diversos bancos que en 1952 también recibieron remesas. Es apenas la punta del iceberg.
Este «hallazgo» podría dar un giro al asunto de los ex braceros. A lo largo de 24 años, Estados Unidos otorgó unos cinco millones de contratos a mexicanos para trabajar del otro lado y descontó ahorros que les devolverían al regresar a sus lugares de origen. El monto de la deuda, según algunos investigadores, rondaría entre 750 millones y mil millones de dólares, contando la deuda más los intereses generados.
El gobierno de Vicente Fox, que prometió pagarles, dice que no hay documentos que prueben la recepción, montos y destino del dinero. En privado, los legisladores y funcionarios consideran impagable la deuda y optaron por crear un fideicomiso para darles a los ex braceros «ayuda social» (aclaran que no es «compensación, indemnización o retribución»). El Congreso para ello aprobó 298.5 millones de pesos (que crecería con partidas federales y estatales), pero la partida fue congelada por el presidente. Tampoco se ha constituido el comité técnico del fideicomiso ni elaborado las reglas de operación para distribuir los recursos.
La Secretaría de Gobernación tiene un padrón de más de 100 mil ex braceros (sólo quiere pagar a 5% de quienes trabajaron de 1942 y 1946).
«Es una burla, porque quieren darnos una bicoca a cambio de renunciar a nuestros derechos laborales. Rechazamos el fideicomiso porque es sólo ayuda y a cambio tenemos que renunciar a cualquier reclamo posterior. Pedimos el dinero que ganamos con el sudor de nuestro trabajo», expresa Blas Roque a nombre de la ANB.
«El Estado tiene que reconocer la deuda histórica con los braceros y después pagar según las condiciones del país. Pero el fideicomiso evade fincar responsabilidades y encubre el robo a los braceros», añade Luz Rivera.
Por su parte, el Movimiento Nacional de Adultos Mayores antes Braceroproa demanda una ayuda de 100 mil pesos por ex bracero (en total, más de 10 mil millones de pesos).
Las pruebas del pago
En los documentos hallados en el AGN hay un oficio de la STPS de fecha 1945, dirigido a la Presidencia de la República. Con el título «Devolución de 10% de ahorros de braceros», la dependencia informa «de las diversas reclamaciones que se reciben en la bolsa de trabajo hechas por los braceros, la mayor parte corresponden a quejas por el procedimiento lento que se sigue en las instituciones bancarias para hacerles efectivo su fondo de ahorros» y aclara que su petición para que se hagan dichos pagos ni siquiera es respondida por muchos bancos.
La STPS muestra datos del Banco del Ahorro Nacional sobre el dinero que recibió de los braceros entre 1943 y 1945. Esos primeros años del Programa Bracero, el gobierno mexicano recibió 16 millones 601 mil dólares (unos 80 millones de pesos de entonces). También da cuenta del dinero que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos remitió al Banco Nacional de Crédito Rural, 14 millones 788 mil 733 dólares (casi 70 millones de pesos). Y aclara que esa institución estadunidense informa que «en un plazo de 30 días después de la repatriación de los trabajadores, el monto de su 10% de ahorros ha sido ya remitido a México».
Los ex braceros también encontraron oficios del Banco Nacional de Crédito Agrícola dirigidos al oficial mayor de la Secretaría de la Presidencia de la República, Roberto Amorós, en marzo y abril de 1945. En ellos se habla del «reclamo de braceros al presidente Manuel Avila Camacho» por el pago de las cantidades que la War Food Administration acreditó «por concepto del 10% de descuentos sobre salarios devengados en los Estados Unidos del Norte».
Uno de los documentos más reveladores es un balance de la sucursal Alameda del Banco Nacional de México, fechado el 20 de diciembre de 1952, de la cuenta «Caja de Trabajadores Mexicanos Migratorios», «que rinde al Director de Asuntos de Trabajadores Mexicanos Migratorios». Esa sucursal tuvo depósitos por 112 mil 311.42 dólares del fondo de ahorro.
Hay otro documento del Banco de Comercio S.A. de C.V., fechado el 9 de diciembre de 1952, que menciona la cuenta número 66 701 de la Secretaría de Relaciones Exteriores «referida al fondo de ahorro de los braceros». En el balance de dicha cuenta, el banco señala que ese año fueron depositados 510 mil 802.13 pesos (Caja 1010 exp. 565.1/16 del Grupo Documental Presidentes, Adolfo Ruiz Cortínez del AGN).
Esos oficios son importantes porque la Secretaría de Gobernación alega que no hay pruebas después de 1946. Con ellos, los ex braceros podría iniciar un juicio para que pague el adeudo.