La NSA de EU tiene una oficina en México
Por: Jason Louv | Vice
Cuando la información filtrada por Edward Snowden mostró lo que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) encontró en México, los mexicanos se enojaron, y con mucha razón. La NSA espiaba al presidente, en su tiempo a Felipe Calderón y ahora a Enrique Peña Nieto, así como al gabinete presidencial, y a múltiples agencias gubernamentales. Todo esto como parte de una operación denominada Flatliquid. En agosto de 2009 la operación de la NSA en México, que llevaba el ridículo nombre de Whitetamale (Tamal blanco), incluía un espionaje a gran escala de la Secretaría de Seguridad Pública, dependencia a cargo del tráfico de drogas y el tráfico de personas. Como ya saben, llamadas y mensajes fueron extraídos de teléfonos mexicanos como parte de la operación Eveningeasel.
Las operaciones de la NSA no sólo dan información de los cárteles de droga sino de conversaciones diplomáticas que según Der Spiegel, “permiten que los políticos de Estados Unidos puedan llevar a cabo acuerdos exitosos sobre asuntos políticos y planificar inversiones internacionales”. Whitetamale, Flatliquid y Eveningeasel fueron ejecutadas desde la oficina de NSA en San Antonio, Texas. Pero otros documentos filtrados por Snowden muestran que la NSA capturó y analizó el tráfico de internet de una oficina diplomática de Estados Unidos en la Ciudad de México, y también que la embajada de EU contaba con agentes de un colectivo especial de la NSA y CIA, un programa dedicado a monitorear llamadas y pláticas de embajadas y oficinas gubernamentales. Se supone que Peña Neto pondría “punto final” al asunto.
Pero otro memorándum recientemente desclasificado confirma que la NSA mantuvo una oficina secreta dentro de la Embajada de EU en la Ciudad de México.
Se supone que la dicha oficina es un centro de fusión. La existencia de centros de fusión en Estados Unidos no es un secreto; fueron establecidas después del 11 de septiembre tras los fallidos intentos de compartir información entre agencias de inteligencia de Estados Unidos, el ejército y los gobiernos estatales y locales. Los centros fueron creados por la administración de George W. Bush, en 2009, y se establecieron por lo menos 72.
El centro de fusión en la Ciudad de México, sólo fue confirmado por un memorándum del Departamento de Defensa en 2010, documento que fue exigido por el proyecto del Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad de George Washington, bajo la Ley de Libertad de Información. El documento también mostró una red de centros de inteligencia de Estados Unidos y México con empleados de ambos países, pero a los empleados mexicanos no les dieron acceso al centro dentro de la embajada. El apoyo fue otorgado al centro de fusión por una oficina del Departamento de Defensa a cargo de operaciones antidrogas y amenazas globales, y fue canalizado gracias al Comando Norte de Estados Unidos (Northcom, pos sus siglas en inglés), establecido para proteger los intereses de EU en Norteamérica.
A pesar de la existencia del memorándum, la NSA evita afirmar que el centro de México exista y está negando peticiones para otorgar más información. Según Unredacted, el blog del Archivo de Seguridad Nacional, la NSA no ha confirmado ni negado información. (A pesar de que Unredacted publicó el memorándum.) A pesar de la Ley de Libertad de Información, que obligaría al organismo a dar declaraciones, el Northcom se niega a dar entrevistas y afirmó que este material es clasificado.
¿Por qué no quieren hablar de algo cuya existencia ya se conoce? Porque el centro está preocupado por lo que el Departamento de Defensa denomina como “objetivos de alto valor (HTV’s)”, un objetivo que el enemigo requiere para concluir exitosamente la misión. Los HTV se entienden como líderes terroristas. Pero el centro de fusión en la Embajada de Estados Unidos en México parece tener una definición más amplia.
“Al leer el documento, nos damos cuenta que el centro de fusión de México está enfocado en los objetivos de alto valor, pero no está claro quiénes o qué son estos objetivos”, explicó Michael Evans, director del Archivo de Seguridad Nacional en México, a VICE News. “En México uno puede suponer que los objetivos de alto valor son líderes de organizaciones criminales, como traficantes de drogas y personas, entre otros”.
Pero como lo dice Evan, ahora sabemos —gracias a Snowden— que el Archivo de Seguridad Nacional etiquetó a Peña Nieto como HVT, junto con otro líderes mundiales que fueron objetos del espionaje de EU. “Dado que esto es altamente confidencial, yo supongo que el centro de fusión en México se pensó para ‘hacer de todo’; van detrás de organizaciones criminales pero también de líderes políticos de México”.
El documento que reveló la existencia del centro fue redactado por William Wechsler, entonces director de la agencia que combate narcotráfico en el Departamento de Defensa. El archivo fue enviado a Mike Vickers, quien fuera asistente del Secretario de Defensa, y en él pide que los centros en México estén separados del centro fusión exclusivo de Estados Unidos en la embajada.
Estados Unidos y México han trabajado muy de cerca contra el narcotráfico desde el 2006 con el ex presidente Felipe Calderón, quién respaldó al gobierno del presidente George W. Bush para lanzar su guerra contra las drogas.
“Es importante recordar que hace pocos años México y Estados Unidos promocionaron una colaboración de centros de fusión de inteligencia, en la cual ambos países trabajaban juntos contra los cárteles de la droga y otras amenazas”, dijo Evans. “Pero ahora sabemos que Estados Unidos está haciendo dos cosas: Uno, una red de una colaboración de inteligencia entre ambos países con empleados de ambos países. La otra, una instalación secreta donde los mexicanos no son invitados”.
Después de las revelaciones iniciales, los legisladores de México le exigieron al procurador general investigar la instalación secreta y también el espionaje ejecutado por EU en ese lugar.
El Archivo de Seguridad Nacional está luchando contra la negligencia de la NSA y el Northcom ante las peticiones y preguntas, para recibir más información de la oficina secreta dentro de la Embajada de EU en México. Mientras tanto, a principios del mes, Tony Wayne —embajador estadounidense en México— presenció el acuerdo para compartir información firmado por EU y México.