Los quelites son un grupo de hierbas comestibles que incluyen a los quitoniles, pápalo, huauzontle, berros, entre otras.
Regeneración, 02 de agosto de 2018.- Los quelites son guerreros en el sentido de que son todo terreno y se adaptan a todo tipo de clima, son silvestres y con un alto valor nutricional ya que tienen mucho hierro, potasio y fibra. Gracias a estos atributos, los quelites fueron parte esencial de la dieta mesoamericana.
Existen muchas variedades de quelites, algunas de ellas son los romeritos, las verdolagas, los pápalos, el huauzontle, los berros, el chipil y la hoja santa.
Existen alrededor de 358 especies de quelites, aunque únicamente estamos familiarizados con alrededor de 30 especies que crecen en diversas regiones del país. Por ejemplo, según la UNAM, “la chaya crece en Tabasco y la península de Yucatán, el alache es poco conocido, pero se colecta en el área de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl y en los alrededores de Ozumba en el Estado de México, y en cuanto al chepil, abunda en Oaxaca y se usa en cantidades pequeñas, como el epazote, con el fin de dar sabor a los guisos”
La presencia de los quelites en la dieta diaria mexicana es muy común pero pese a ello tienen poco reconocimiento social (especialmente en las urbes), lo cual a relegado su consumo para cambiarlo por «algo más chido, nutritivo y llenador» como puede ser la carne, el arroz o ya en el peor de los casos unos Doritos con coca cola.
De acuerdo a investigadores de la UNAM, a pesar de ser verduras nutritivas, baratas y fáciles de cocinar, en México no se consumen. Probablemente se deba a la connotación de bajo estatus social, que algunas personas le atribuyen. El hecho de que se pueda dar de manera silvestre en cualquier terreno, hace que la gente lo considere menos que una lechuga orgánica e hidropónica comprada en supermercados. Lamentablemente se ha desperdiciado una gran fuente de sabor y nutrición.
Los quelites han complementado la dieta tradicional por muchos años, agregándole vitaminas, minerales y fitoquímicos o compuestos bioactivos.
Aunque su contenido nutrimental varía de acuerdo con la especie o la tierra donde se cultive, e incluso la temporada, en general, los quelites son buena fuente de fibra, de vitaminas A y C, minerales, como el hierro y el calcio, así como ácidos grasos omega 3 y omega 6.
La vitamina C y los betacarotenos (vitamina A) son reconocidos antioxidantes que nos protegen de los radicales libes, y con ello del envejecimiento y otras enfermedades importantes, como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Los quelites también son fuente de polifenoles, compuestos que funcionan como antioxidantes y antiinflamatorios, promoviendo así la salud cardiovascular al evitar que se obstruyan las arterias y benefician en general nuestra salud.
Además, contienen cantidades considerables de ácidos grasos omega 3 y 6, que se catalogan como indispensables, ya que el cuerpo no puede sintetizarlos y debemos consumirlos a través de nuestros alimentos.
Para esta época de crisis económica y social, una buena alternativa de nutrición son los quelites. En el mercado nunca les saldrá en más de 15 pesos el kilo, además, son más nutritivos que la lechuga y la espinaca.
Por Morrita Zen/ Con información de la Revista del Consumidor.