Además de volver a las personas «más solitarias y menos inclinadas a las interacciones sociales», el mal dormir las vuelve más desagradables para los demás
Regeneración, 15 de agosto de 2018. Además de los daños a la salud que provoca el mal sueño, un reciente estudio de la Universidad de California (UC) en Berkley, Estados Unidos, reveló que no dormir vuelve a la gente solitaria y propensa a evitar las interacciones sociales.
Además de volver a las personas «más solitarias y menos inclinadas a las interacciones sociales», el mal sueño las vuelve más desagradables para los demás.
Los científicos de la UC llegaron a esta conclusión luego de llevar a cabo un experimento con 18 jóvenes sanos.
Los sujetos del estudio fueron divididos en grupos de ocho y a uno de éstos se le permitió dormir normalmente mientras que al otro se le privó del sueño.
Luego de una noche se les sometió a una prueba que consistía en mirar un video de desconocidos caminando hacia la cámara; los sujetos del estudio debían detener el video en el momento en que se sintieran incómodos por la cercanía del rostro del individuo de la pantalla.
Los jóvenes que habían pasado la noche sin dormir detenían el video antes que quienes habían dormido bien.
Durante esta prueba se escaneó la actividad cerebral de los participantes y los científicos notaron que los sujetos que habían dormido mal experimentaban una «potente actividad de repulsión social» en las redes neuronales que «normalmente se activan cuando los humanos sienten que alguien invade su espacio personal».
Además de lo anterior, las zonas cerebrales dedicadas a la interacción social eran menos activas en los sujetos trasnochados.
Posteriormente se hizo una segunda prueba, centrada en observadores externos. Éstos miraron a los participantes del estudio hablando sobre temas cotidianos.
Los observadores calificaron a los que no habían dormido como personas solitarias con quienes no querrían interactuar.
El estudio es el primero en arrojar luz sobre la «relación bidireccional entre la pérdida del sueño y el aislamiento social, que arroja luz sobre la epidemia global de soledad».
«Los humanos somos una especie social. Sin embargo, la privación del sueño puede convertirnos en leprosos sociales», resumió el profesor Matthew Walker, quien dirigió la investigación.
Con información de RT