The New York Times documentó el uso del programa Pegasus, contra los directivos de Ríodoce, el semanario en el que trabajaba Javier Valdez.
Regeneración, 27 de noviembre de 2018.- El gobierno de Enrique Peña Nieto mandó una serie de mensajes con el fin de hackear los teléfonos de colegas y amigos de Javier Valdez un día después de su muerte.
En una nota de The New York Times, se documenta cómo Ismael Bojórquez, cofundador de Ríodoce, el semanario donde trabajaba Valdez; y Andrés Villareal, recibieron mensajes sospechosos un día después de la muerte de Valdez.
El mensaje indicaba que supuestamente los autores del crimen de Valdez habían sido detenidos, lo que ambos periodistas recibieron con sospecha.
“En México, más del 90 por ciento de los homicidios quedan sin resolver, ¿cómo es que las autoridades había solucionado este caso tan pronto?”, dice el artículo.
“Los periodistas pensaron que lo más probable era que los mensajes fueran un intento de infiltrarse en sus móviles”.
Y tenía razón, los mensajes estaban infectados con el programa espía Pegasus, cuyo uso ilegal de parte del gobierno mexicano contra diversos periodistas, activistas, protectores de derechos humanos y hasta opositores del impuesto al azúcar, fue ampliamente documentado.
“Creo que querían buscar entre nuestras conversaciones y mensajes pistas sobre el asesinato de Javier, pero estamos totalmente en contra”, dijo Bojórquez a The New York Times.
“Nada obtenido ilegalmente debería usarse en una investigación y particularmente nada que venga de quienes están involucrados profesional y emocionalmente con la víctima”.
Para las víctimas, lo más probable es que el ataque viniera de parte del gobierno.
Pese a que la tecnología de vigilancia, Pegasus, fue vendida al gobierno mexicano con la condición de ser usada únicamente para investigar a terroristas y delincuentes, Citizel Lab confirmó que en el último año y medio, hubo una veintena de blancos que no cumplen con esa característica.
Aunque el año pasado se abrió una investigación federal para determinar si se usó indebidamente el programa, “esa investigación no ha tenido avances. Ni una sola persona ha sido castigada por el uso indebido del programa”.
De acuerdo con el reportaje, ni Bojórquez ni Villareal abrieron el enlace. “Tenían motivos para sospechar”.
Ambos periodistas se quedaron a cargo de Ríodoce, tras la muerte de Javier. En el pasado, pensaron que el perfil internacional de Valdez los ayudaría, pero su muerte y los intentos de ciberataque pusieron en perspectiva sus condiciones.
“Pensábamos que un periodista tan prestigioso como Javier era intocable.
“Cuando mataron a Javier, entendimos que podían matar a cualquiera”, indicó. “Entendimos que el paradigma se había roto”.
Más de 47 periodistas han sido asesinados en el gobierno de Peña Nieto, según Artículo 19.
Primero son las amenazas físicas que merman su libertad de expresión, pero también está la impunidad que permea en casi todas violaciones a los derechos, como la que sucede cuando son espiados con el programa Pegasus.
“Desde 2016, la lista de blancos de Pegasus incluye a algunas de las figuras más importantes que exigen la rendición de cuentas en el país, entre ellos los directores de Ríodoce”, señala The New York Times.
Desde febrero de 2017 el periódico estadounidense y Citizen Lab exhibieron la manera en que el gobierno mexicano usa Pegasus, pese a que supuestamente la empresa que lo comercializa se aseguraba de garantizar que se siguieran los lineamientos éticos.
Pese al escándalo, no hubo consecuencias.
John Scott Railton, analista de Citizen Lab, consideró que los mensajes a los directores de Ríodoce son “indefendibles”.
“Estos intentos de infección son temerarios y probablemente indefendibles”, dijo Railton. “Peor aún, para entonces, el cliente mexicano de Pegasus ya había sido expuesto públicamente por abusos en dos ocasiones. ¿Dónde estaba la supervisión interna? ¿Y dónde estaba la supervisión de NSO?”.
El Times cuestionó al gobierno de Peña Nieto por el uso del programa contra los colegas de Valdez, sobre lo que indicó “que no podía hacer comentarios sobre temas específicos de una investigación en curso, pero que está abierto a colaborar con las víctimas y está comprometido con impulsar imputaciones formales si hay evidencia”.
En los últimos días del gobierno de Peña Nieto, la pregunta se extiende a la próxima administración.
“Está por verse si la situación para los periodistas cambiará en el país y si se reducirán el acoso, el maltrato o los abusos por parte del Estado”, señala el Times.