Abrazado por un gran apoyo popular, AMLO inicia la cuarta transformación

López Obrador comienza la transformación de México.

“En ti confiamos”, le dijo un ciclista al nuevo mandatario cuando se dirigía en su auto blanco a tomar protesta como presidente de México. Asume el poder luego de dos fraudes electorales y más de 30 años de neoliberalismo.

Por Arturo Jiménez|especial para Regeneración

Regeneración, 1 de diciembre de 2018.- El joven ciclista se emparejó al auto blanco en el que viajaba el nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y le gritó: “¡En ti confiamos!”. También le dijo: “¡Tú no tienes derecho a fallarnos”.

Pasaban de las 10:30 de la mañana de este sábado y el mandatario se dirigía al Palacio Legislativo de San Lázaro para protestar su cargo de manera formal y recibir la banda presidencial de Enrique Peña Nieto, a través de Porfirio Muñoz Ledo, presidente del Congreso de la Unión.

López Obrador iniciaba así su mandato presidencial, luego de dos fraudes electorales (2006 y 2012), 12 años de violencia creciente (con miles de muertos y desaparecidos), más de 30 años de políticas neoliberales y corrupción (que acentuaron la pobreza de la mayoría de la población), y un triunfo rotundo el pasado 1 de julio (53 por ciento de la votación).

Poco después de las 11:20 horas, al recordar que lo que más valora es su honestidad, el presidente López Obrador dijo en la ceremonia de cambio de poder: “Estoy preparado para no fallarle a mi pueblo”. Y enseguida, ante el ex presidente Peña Nieto, reiteró que “nada material” le interesa, ni “la parafernalia del poder”. Son muchos y grandes los desafíos de México, agregó, pero “estoy optimista y creo en el pueblo y en sus culturas”.

Era la parte final de un discurso de más de más de una hora, el cual había comenzado con un agradecimiento a Peña Nieto por no intervenir en el reciente proceso electoral, como sí lo hicieron los ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón.

Hoy inicia la “cuarta transformación política de México”, dijo. No sólo comienza un nuevo gobierno, sino un “cambio de régimen político”, prometió. “Será una transformación pacífica, ordenada, profunda y radical contra la corrupción y la impunidad”.

Después desarrollaría un discurso caracterizado por la crítica al modelo neoliberal, el cual observa profundamente ligado a la corrupción pública y privada. La grave crisis que padece México, destacó, se debe al neoliberalismo y a “la corrupción más inmunda”. Esa es la causa de la desigualdad económica y social y de la inseguridad, señaló.

López Obrador salió de su casa de Tlalpan alrededor de las 10:20 de la mañana, pero el auto blanco avanzaba lentamente ante los cientos de vecinos que querían saludarlo y las decenas de periodistas apostados afuera. Cuando llegó a San Lázaro, vecinos apostados del otro lado de la avenida Congreso de la Unión, en la colonia Candelaria de los Patos, ovacionaron al nuevo presidente mexicano.

Peña Nieto había salido poco después de las 10 de la mañana de su domicilio particular de la calle de Palmas, en las Lomas de Chapultepec, aún con la banda presidencial y rodeado de guardaespaldas. Y al llegar a San Lázaro, los de la Candelaria de los Patos le expresaron su repudio.

Durante su discurso de toma de protesta en el Congreso de la Unión, el presidente López Obrador mencionó varios temas que ocupan la atención ciudadana y que son objeto de debate, como la creación de la Guardia Nacional y su propuesta de “punto final” a la “horrible historia” de violencia.

Mientras algunos legisladores de oposición gritaban “justicia”, la mayoría de los representantes populares contó del 1 al 43 en memoria de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa. Entonces López Obrador recordó la creación de una Comisión de la Verdad para que se investiguen y castiguen esos “abusos de autoridad”.

Como lo habían anunciado, legisladores panistas mostraron una manta en la que decían que no era bienvenido el presidente venezolano Nicolás Maduro, aunque este no asistió al Congreso. Maduro se presentó después a la comida de López Obrador con representantes de gobiernos extranjeros, en el Palacio Nacional.

Algunos legisladores también mostraron cartulinas contra el alza a los energéticos. López Obrador recordó: “¡Ahora resulta que quienes aprobaron el alza a la gasolina, piden que se baje”. Y reiteró que, una vez rehabilitadas las refinerías existentes y de construir una nueva, en Tabasco, en tres años bajarán los precios de los energéticos.

El nuevo presidente de México agradeció la presencia de los gobernantes y representantes extranjeros, entre ellos el vicepresidente estadunidense Mike Pence y la asesora e hija del presidente Donald Trump, Ivanka, quien en Twitter felicitó al pueblo de México y dijo que era “un honor” asistir a esta “histórica” ceremonia de asunción de López Obrador.

En su discurso, el mandatario mexicano también agradeció al presidente Trump y al primer ministro canadiense Justin Trudeau por la reciente firma del acuerdo comercial trilateral, pero dijo que había que ir más allá y realizar programas de desarrollo para México y Centroamérica que contribuyan a disminuir la migración.

Tras mencionar sus compromisos de consolidación de las libertades democráticas, de creación de un verdadero estado de derecho y de que no habrá reelección, López Obrador destacó la importancia fundamental de los ciudadanos, pues “el pueblo pone y el pueblo quita”.

Al final, el presidente Andrés Manuel López Obrador invitó a todos a celebrar en el Zócalo el “esplendor futuro de México”. Y luego se enfiló al Palacio Nacional, acompañado por los saludos y gritos de júbilo de miles de ciudadanos.

FIN