Glifosato. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), clasificó en el 2015 al glifosato en el grupo 2A, como probablemente cancerígeno
Regeneración 4 de agosto del 2019. Justo cuando el debate sobre el retorno de la aspersión aérea con glifosato vuelve a Colombia, la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO, por sus siglas en inglés) el mayor órgano a nivel mundial sobre el tema, publicó un comunicado en el que solicitan que la “exposición de las poblaciones al glifosato sea eliminado completamente a nivel global”.
El comunicado, con fecha del 31 de julio de 2019, comienza explicando que, durante los últimos 15 años, un gran cuerpo de evidencia ha venido demostrando el rol que la exposición a químicos en el ambiente tiene sobre la salud humana.
Exposiciones químicas
“Ya sea que los científicos estén revisando el aumento de las tasas de cáncer, los trastornos del desarrollo neurológico, los resultados del embarazo o los defectos congénitos, existe evidencia que respalda el efecto que las exposiciones químicas tienen sobre la salud”.
“Los productos químicos en mujeres embarazadas pueden atravesar la placenta y, al igual que el metilmercurio, pueden acumularse en el feto y tener secuelas duraderas”, explican.
«Principio de precaución»
Ante esto, señalan, como FIGO, decidieron publicar un comunicado capaz de reflejar lo que ha ido encontrando el análisis de la literatura científica al respecto y el “principio de precaución”.
“Este principio implica que existe una responsabilidad social para proteger al público de la exposición al daño, cuando la investigación científica ha encontrado un riesgo plausible”.
“Estas protecciones se pueden levantar sólo si surgen más descubrimientos científicos que brinden evidencia sólida de que no se producirá ningún daño”, señala el comunicado.
Pronunciamientos de autoridades
“En algunos sistemas legales, como la Ley en la Unión Europea, la aplicación del principio de precaución se ha convertido en un requisito legal en algunas áreas de la ley”, señala la Asociación.
¿Entonces, qué ha dicho la ciencia? El comunicado de la Asociación señala varios y conocidos pronunciamientos de autoridades científicas que han vinculado el glifosato con efectos negativos sobre la salud humana.
El de Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), que en el 2015 clasificó al glifosato en el grupo 2A, como probablemente cancerígeno.
También el de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria del mismo año, que señaló que “era poco probable que el glifosato representara un riesgo cancerígeno para los humanos y propusieron una nueva medida de seguridad que reforzará el control de los residuos de glifosato en los alimentos”.
Estudian los impactos
Pero también mencionan que, ese mismo 2015, ante las dudas e incertidumbres que estaban presentando, la propia FIGO lanzó un grupo de trabajo.
Este grupo está dedicado, únicamente, a estudiar los impactos que podrían tener productos potencialmente tóxicos sobre las mujeres embarazadas.
“El metaanálisis más reciente publicado en 2019 afirma que existe un vínculo convincente entre el linfoma no Hodgkin y el glifosato”, señalan.
Razón por la que la FIGO “invoca un principio de precaución”.
«Cuando una actividad plantea amenazas de daño a la salud humana o al medio ambiente, se deben tomar medidas de precaución».
«Incluso si algunas relaciones de causa y efecto no están completamente establecidas científicamente», aclaran.
Y además, llegan a la conclusión que “la salud global debería ser nuestra luz de guía».
«Recomendamos que la exposición al glifosato en las poblaciones termine con una eliminación global completa”.