Los jóvenes y los estudiantes son parte central de la revuelta social que se vive en Chile y la Casa Fech se ha constituido en un punto de resguardo y de seguridad para quienes se movilizan
por Ángel González Granados / Corresponsal de Regeneración
Regeneración, 6 de diciembre del 2019. A 8 minutos caminando de la Plaza de la Dignidad hay un sitio emblemático. Es la Casa de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech).
La organización presume de ser la organización más longeva de América Latina, pues fue fundada en 1906.
Durante este “estallido social”, es evidente el uso que se le da a su patio donde se guardan escudos de madera y metal, bidones con agua para apagar bombas lacrimógenas, una regadera para retirar el agente CS y los químicos que lleva el agua lanzada por los guanacos y zorrillos (lanza agua y lanza gas).
En una conversación con Evelyn Soto, representante del Archivo Fech, me comenta que ahora la casa está dedicada en un 70% a la atención de situaciones relacionadas con el estallido.
Hace no muchos días, el cuerpo de carabineros intentó entrar y lo que impidió su entrada fue la presencia de médicos y abogados, muchos de ellos estudiantes de la U. de Chile.
Evelyn me cuenta como la Casa Fech se encuentra avecinada por otras dos casas iguales.
Las tres casas en su conjunto eran sitios macabros, pues de 1973 a 1977, en tiempos de la dictadura pinochetista, funcionaron como oficinas administrativas de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), órgano encargado de organizar la persecución y represión en contra de los opositores de la dictadura.
Desde el 2004 aloja locales y oficinas de la Federación.
Antes del “estallido social”, el Archivo Fech tenía planes de documentar los usos no reconocidos de esos edificios, otrora oficinas de “inteligencia”.
Entre los que se encuentran posibles centros de detención, tortura y ejecución, no reconocidos por los Informes que existen actualmente.
Los vecinos que llevan años viviendo cerca de la casa han comentado que en algún momento llegaron a ver cuerpos allí.
Los planes del Archivo Fech se han atrasado porque ahora están evaluando día a día la situación del “estallido”.
Esas evaluaciones se hacen de la compañía de dos cajas de documentos que se encuentran cerca de la puerta y son llamadas “cajas de evacuación”.
En caso de que los carabineros irrumpieran en el edificio serían las cajas elegidas para salvarse, dice Evelyn que representan apenas 1/10 de los documentos que resguardan de la historia de la federación.
La Federación tiene una larga historia de más de 100 años que Evelyn resume y comprime amablemente.
En 1973, la Federación pierde su personalidad jurídica y sus dirigentes son perseguidos, algunos se exilian.
Para 1981 a través de una nueva ley de educación, se le desprende a la U. de Chile de sus sedes regionales, y son convertidas en universidades estatales.
Se presume intencionalidad política para restarle fuerzas a la Federación y a la Universidad.
También en 1981 es cuando se inventa el arancel para quienes estudian.
El cálculo es que estudiar una carrera por cinco años aproximadamente cuesta 10 millones de pesos chilenos, es decir, 12 mil 500 dólares estadounidenses .
Lo que significa aproximadamente 243 mil pesos mexicanos.
Entre 1973 y 1984, deja de existir la Fech y se crea un órgano paralelo que es oficialista al régimen dictatorial.
La Fech se transforma en la agrupación política cultural, considerada “la Fech en dictadura”.
A partir de las elecciones democráticas, en 1984 regresa la Fech.
Evelyn me comenta que es curiosa la historia de la fundación de la Federación:
La Federación se funda alrededor de trabajos comunitarios de médicos para atender un brote de una enfermedad en 1906.
Hoy, lo que le da vida a la casa Fech es precisamente la misma actividad:
Médicos y abogados que están atendiendo a la gente que ha recibido perdigones o que está intoxicada con el agente CS que lleva el gas lacrimógeno o probablemente el agua:
“Los estudiantes a disposición de la gente, no a través de la política estudiantil sino del trabajo voluntario”.
La situación no es para menos, la gente confía en este espacio para guarecerse de la represión que a unas calles se desarrolla prácticamente todo el día.
En el punto de salud que tiene habilitada la Casa Fech, han extraído perdigones.
Evelyn me cuenta como hace poco leyó un testimonio de una persona que tuvo que caminar herida de perdigones hasta un hospital, donde los carabineros ya le esperaban para darle una golpiza y evidentemente impedir su atención médica.
La Federación por ahora se encuentra en un impasse, igual que muchas otras áreas de la vida chilena.
Apenas hace unos días fue ratificada Emilia Schneider como presidenta interina, pues todavía no se consigue el quórum suficiente para designar una presidencia de manera formal.
Sin duda alguna, los jóvenes y los estudiantes son parte central de la revuelta social que se vive en Chile y la Casa Fech se ha constituido en un punto de resguardo y de seguridad para quienes se movilizan.
Evelyn comenta que es la importancia de resignificar los espacios.
Un edificio antes de espionaje político ahora sirve para atender heridos y para resguardar manifestantes.
Esperemos pronto se le otorgue el estatus de sitio de memoria por el gobierno chileno.