El desalojo por la policía de un centro social autogestionario del barrio de Sants, prendió la mecha de protestas en Barcelona. Más de 50 protestas en Cataluña, Valencia y Baleares. Enfrentamientos con la policía dejan seis detenidos
Regeneración, 28 de mayo de 2014. Por segunda noche consecutiva, Barcelona ha vivido protestas por el desalojo y posterior derribo del centro social Can Vies del barrio de Sants, ocupado por vecinos y activistas desde hace 17 años.
Las protestas pacíficas han concluido en enfrentamientos entre manifestantes y agentes de los Mossos d’Esquadra, que detuvieron a seis personas, una de ellas menor de edad, a las que se acusa de atentado a agentes de la autoridad, daños y desórdenes públicos.
Los incidentes tienen como origen el desalojo este lunes del Centro Social Autogestionado Can Vies, espacio comunitario y cultural, que llevaba 17 años ocupado, y en el que irrumpieron agentes de los Mossos de Esquadra a la una de la tarde en un dispositivo que contó con varias furgonetas de la Brigada Móvil y hasta un helicóptero.
El desalojo concluyó poco antes de las siete horas después de que los Mossos evacuaran a 12 activistas que se habían encadenado tras un muro de hormigón con tanques de gas para evitar el derribo del inmueble.
El centro ‘okupado’ llevaba desde abril amenazado con el desalojo por orden judicial, pero la orden se prorrogó hasta finales de mayo para tratar de alcanzar un acuerdo con el Ayuntamiento.
Hace dos semanas, Can Vies rechazó la propuesta del Consistorio de abandonar voluntariamente el edificio para permitir su adecuación y firmar un acuerdo de cesión del espacio para continuar sus actividades junto con otras entidades del distrito.
El Ayuntamiento justifica el derribo porque, según la planificación urbanística, el terreno que lo acoge está calificado de zona verde.
Detenidos y heridos
Unas 500 personas protestaron durante la tarde por las calles del barrio de Sants al grito de «Si tocan Can Vies, nos tocan a todas» y «Barrio combativo» ante un gran despliegue policial.
Los altercados comenzaron cuando un grupo prendió fuego a la excavadora con la que se había llevado a cabo el derribo de Can Vies. También quemaron varios contenedores de la plaza y de la calle de Sants, además de destrozar un cajero automático cercano.
Los enfrentamientos se extendieron por los distritos de Gràcia, Sant Martí y Sant Andreu, donde se levantaron barricadas de contenedores, se prendió fuego al mobiliario urbano y se causaron daños a las sedes de algunos partidos políticos, sucursales bancarias y otros comercios.
Los antidisturbios de los Mossos cargaron contra los manifestantes causando varios heridos, según testigos y fuentes de los movimientos de protesta, aunque los agentes indicaron a la Agencia EFE que no tenían constancia de que se hubiera producido ninguno.
Los enfrentamientos concluyeron en torno a las 03:00 de la madrugada.
“Actuación histérica” de la policía
Estos incidentes se produjeron un día después de los que tuvieron lugar el lunes cuando agentes antidisturbios de los Mossos cargaron contra decenas de encapuchados que quemaron contenedores, mobiliario urbano e incluso una unidad móvil de TV3, que ha provocado la queja del Colegio de Periodistas de Catalunya, que lamenta que «los periodistas se hayan convertido en el blanco de los ataques». «No aceptamos que se ponga en peligro su integridad cuando hacen su trabajo», añadieron.
Ese día, más de un centenar de personas se concentraron en la calle Jocs Florals de Sants llamando a la «resistencia». Entre los manifestantes estaba el diputado de la CUP en el Parlament David Fernández. Desde su partido, otro de los diputados, Quim Arrufat, criticó este martes al concejal del distrito, Jordi Martí, por romper las negociaciones sobre el centro Can Vies de forma unilateral. «La promesa de Martí era mentira cuando se está derribando el edificio, por lo que no había intención alguna de reconvertirlo».
Arrufat también condenó la «actuación histérica de los Mossos», que según el diputado, convirtieron Sants «en una caza desenfrenada durante dos o tres horas, que llegó a los extremos de reventar la sede del medio de información crítica La Directa, y con persecuciones sin sentido por los callejones».
Según el diario El País, hay convocadas más de 50 manifestaciones de protesta en Cataluña, Valencia y Palma de Mallorca. Sólo en Barcelona, entre las 18:00 horas y las 20:30, hay convocadas 14 concentraciones.
Los vecinos piden diálogo
Por su parte, la Federación de Asociación de Vecinos de Barcelona ha solicitado a las administraciones «gestos creíbles», retirar los despliegues policiales e intentar reabrir la interlocución con el colectivo de Can Vies.
En un comunicado, la entidad advierte al Govern y al Ayuntamiento que se equivocan si leen los dos días de disturbios tras el desalojo del centro social okupado como la expresión radical del descontento de determinados colectivos y más todavía si quieren abordarlo únicamente como un problema de orden público.
«Este viento de revuelta anuncia un temporal», ha añadido la nota, y pese a subrayar que no alientan ninguna conducta agresiva ni el destrozo del mobiliario público, el movimiento vecinal asegura que es la Conselleria de Interior y los Mossos d’Esquadra quienes han traspasado muchas veces la «líneas rojas».
Por ello, reclaman reconducir la situación y retirar los despliegues policiales, aunque el derribo del centro ha eliminado cualquier confianza, además de mostrar su respaldo a las más de 50 protestas convocadas este miércoles en Catalunya.
La sección de jóvenes del sindicato CC.OO. ha emitido también un comunicado en el que rechaza la actuación policial en Sants y recuerda que Can Vies ha sido durante 17 años un espacio social y cultural, autogestionado por la sociedad.