*Incredulidad, llanto, rabia e insultos contra la selección y la presidenta Dilma Rousseff
Regeneración, 8 de julio 2014.-Después de la dolorosa derrota que sufrió la selección de Brasil ante Alemania, reino primero la incredulidad, después el dolor y al final la rabia, que se enfocó al final en ofensas contra la presidenta Dilma Rousseff.
Brasil no consigue asimilar la peor goleada que de 7-1 asestado por Alemania este martes en casa, en la semifinal del Mundial-2014.
En las tribunas del estadio Mineirao en Belo Horizonte (sureste), miles de niños y adultos se secaban las lágrimas, el maquillaje mundialista de miles de mejillas arruinado por el llanto. Y antes del fin del partido, comenzaron a partir y a gritar insultos contra la selección y la presidenta, Dilma Rousseff.
Las ofensas contra la mandataria, que se juega la relección en comicios nacionales en tres meses, muestra la tensión social en este país sacudido desde junio de 2013 por grandes protestas callejeras contra el inmenso gasto público en el Mundial y por una mejor salud y educación.
La Selección también fue abucheada sin parar por los aficionados en el Mineirao, en la mayor derrota de Brasil de su historia junto al 6-0 que Uruguay le aplicó en la Copa América de 1920.
«Masacre», «vejamen», «humillación», «un drama», «un filme de terror»: los brasileños, con el corazón destrozado, describen así lo que sienten tras el partido.
Información: La Jornada