Por Antonio Gershenson | La Jornada
Regeneración, 1 de marzo de 2015.-La distribución de la inversión y su rendimiento son muy disparejos como vamos a ver. Ahora se tuvieron informes ya oficiales y revisados hasta 2013 y vamos a considerar algunos ejemplos típicos.
Empezamos por Cantarell, que fue la mayor productora y ahora está en caída. En 2012 se invirtieron 65 mil millones de pesos y en 2013, 43 mil millones. La producción en estos mismos dos años fue de 380 mil y 322 mil barriles diarios. La inversión, por barril producido, en los dos años fue de 421.50 pesos. ¿Muy caro, no? El precio de venta del crudo ahora es de poco menos de 50 pesos.
Pero no es lo peor. Está Chicontepec, modelo de entrega a las trasnacionales, baja producción y precios carísimos. La inversión fue de 30 mil millones de pesos en 2012, y 27 mil millones de pesos en 2013. La producción fue de 66 mil barriles diarios en 2012 y de 49 mil barriles diarios, en 2013. El precio promedio por barril fue en los dos años de mil 350 pesos. Como vemos, sí podía ser peor que Cantarell, con ayuda de las trasnacionales y los funcionarios que les facilitaron el negocio.
Para levantar un poco el ánimo, pasamos al caso de Litoral de Tabasco. La inversión que le dieron y que empleó fue de 3.7 miles de millones de pesos en 2012, y de 13.5 mil millones de pesos en 2013. Tal vez el dinero adicional de 2013 fue por gastos iniciales para los equipos de que hemos hablado para la transformación del gas. La producción fue de 299 mil barriles diarios en 2012 y en 2013 fue de 320 mil barriles diarios. El precio promedio en los dos años fue de 76 pesos, mucho más decente que los otros, un poco más bajo que el precio de venta de entonces.
En realidad, como se acostumbra indebidamente dar los datos del crudo, y al gas considerarlo como marginal, estos no son precisos. En especial, en Litoral de Tabasco la importancia del gas es muy grande, y por lo mismo el costo del crudo es menor que el mencionado. Pero el desequilibrio económico que se quiere mostrar es muy real.
Un gran desequilibrio se presenta si se entrega un yacimiento a trasnacionales. Lo que se cuida en realidad es la utilidad de la trasnacional, porque si no, no nos hace el favor de venir a invertir. Pero se oculta al público hasta qué punto se les sobrepaga, y por eso es útil un análisis de lo pasado, como el que mostramos. Chicontepec es una muestra de hasta qué punto se sacrifican los recursos de Pemex por una cantidad de petróleo mínima, más bien por una generosa mordida. Los 49 mil barriles diarios de 2013 fueron, con una producción diaria total de dos mil 522 miles de barriles diarios, el 2 por ciento. Claro, el porcentaje de los discursos elogiando ese caso es mucho mayor.
La producción de crudo 2012 fue de 299 mil barriles diarios en Litoral y de 66 mil barriles diarios en Chicontepec, cinco veces más. En 2013, todavía más, y si seguimos, más aún porque en el primer caso la producción va aumentando y en el de Chicontepec va decreciendo.
El supuesto concurso en curso es para qué trasnacional es cada uno de los siguientes regalos. No para la producción de Pemex, que ya se muestra en Litoral que lo puede hacer mejor. Para las trasnacionales ganadoras y para los beneficiados del agradecimiento de las mismas.
Estas experiencias nos muestran que los concursos o rifas que están haciendo entre trasnacionales para entregarles yacimientos que originalmente iban a ser procesados por Pemex, y que por no quedar mal por la baja del precio del petróleo, ahora se entregan a transnacionales, no tienen ninguna justificación productiva sino todo lo contrario, como lo muestran los casos ya entregados, y ahora se plantea una entrega más completa, más total. Lo que en realidad será determinante será el beneficio de la trasnacional, que si no, no nos hace el favor de venir a invertir. Todo lo demás será discurso hueco.
Lo correcto sería iniciar la recuperación de nuestras riquezas estratégicas. Incluso para que se produzca y se procese más petróleo. En Litoral de Tabasco se está mostrando que eso es posible.