Por @SauloAguilarB
Regeneración, 9 de noviembre del 2015.-Ante el homicidio de siete mujeres en lo que va del año, por razones totalmente válidas para encuadrar los hechos en el tipo penal de feminicidio, el gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo, se niega a declarar la alerta de género.
Sus argumento principal es que siete homicidios, aunque sean de mujeres no son razón suficiente, de hecho han argumentado que no todos son feminicidios aunque hay pruebas suficientes en contrario.
La razón principal de su argumento, según una entrevista de Roberto Borge para El Universal, es que todas aquellas personas que se están posicionando y exigiendo justicia al respecto son irresponsables, de izquierda y que quieren desestabilizar su gobierno lleno de prosperidad económica y seguridad social para Quintana Roo.
Como quintanarroense debo decir que la desigualdad en el estado es verdaderamente notaria. El progreso y los servicios, en ciudades como Cancún y Playa del Carmen, es solo visible en las grandes colonias de la zona hotelera. Los barrios obreros como las regiones siguen careciendo de los servicios más básicos.
Transporte público que no atienda la demanda, servicios de agua potable que dejan a varias familias en la carestía, centros de salud sin equipo y sin poder surtir las recetas de los pacientes que más lo necesitan. Eso sí: toda la alta nómina de los tres poderes del Estado ganando cantidades irreales de dinero por un pésimo desempeño. Además de recibir prebendas a gracia del gobernador.
En mi ciudad, Chetumal, también se han dejado ver los estragos de la corrupción con los recortes a trabajadores y los grandes golpes al magisterio. La inseguridad se ha disparado y los altos índices en delitos como robos lo demuestran.
Ese Quintana Roo del progreso, aquel al que hace referencia Roberto Borge Angulo, no es el de los quintanarroenses, al menos no el de los de a píe. No es el Quintana Roo de la clase trabajadora que lo sustenta ni el de los estudiantes que al egresar no tenemos oportunidades de empleo. Él habla solo de una pequeña parte para una burguesía anquilosada en la corrupción empresarial y política.
El caso de los Derechos Humanos en el estado también es alarmante desde hace un tiempo: las represiones a periodistas son notorias, a los militantes de morena también nos han amenazado un sinfín de veces, por salir a manifestarnos a llevar a cabo las tareas del partido. También a los de otras organizaciones.
Desde hace unos años han ocurrido grandes escándalos sobre trata de personas y de niños que han vinculado a gobernadores como Felix Gonzales Canto y desde luego a Roberto Borge. También casos de robo de predios tomados por parte de grupos armados, por parte del ex gobernador Hendricks Díaz. Del caso Kamel Nacif se dice muy poco hoy en día pero todas esas redes siguen operando.
Yo creo, desde mi muy humilde opinión, que sí hay razones para declarar esa alerta de género antes de que todo sea irreversible. Antes de perder a más compañeras, a madres, amigas, hermanas, etc. Esa es la realidad de Quintana Roo. Quienes estamos haciendo consciencia al respecto, seguiremos siendo desestabilizadores y enemigos del Estado como nos han llamado.