La empresa Deselec-Comexhidro que pretende construir la hidroeléctrica Puebla 1 en el río Ajajalpan, constituyó una supuesta asociación civil que se quiere adjudicar la representación de los pueblos y apoyar el proyecto que es rechazado por los pobladores de las comunidades de la región
por Leticia Ánimas
Regeneración, 16 de noviembre de 2015. Tlapacoya, Puebla. Tras acordar unir sus luchas, habitantes de Tlapacoya, Ahuacatlán y San Felipe Tepatlán denunciaron que la empresa Deselec-Comexhidro constituyó una supuesta asociación civil que se quiere adjudicar la representación de los pueblos y se ha manifestado a favor de la instalación de la hidroeléctrica Puebla 1 en las aguas del río Ajajalpan.
Durante una asamblea realizada en Cuatepalcatla dijeron que a través del Frente de Comunidades Unidas para el Desarrollo de los Pueblos, los empresarios están tratando de legitimar su proyecto, aunque ésta no es la primera vez que utilizan esta estrategia. Anteriormente usaron el membrete de Bios-Sierra, un organismo también a modo.
La organización “manipulada por la empresa” habría dado su “autorización para que a partir de enero comienza la construcción de la hidroeléctrica Puebla 1” y designó al al perredista Francisco Ángel Serrano, como administrador “con representación jurídica para recibir los recursos y determinar las obras” en las comunidades.
Los habitantes de los tres municipios serranos que están involucrados en la generadora de energía que surtirá de electricidad al grupo Walmart, acordaron unirse contra los denominados “proyectos de muerte” porque lo que viene es “una lucha fuerte” que darán “rescatando la sabiduría de los viejos, la espiritualidad y la identidad de los pueblos”.
“Estamos reunidos aquí, nadie nos paga. Estamos aquí porque nos sentimos amenazados. En los 65 municipios de la sierra norte hay casi 150 concesiones mineras, en 35 hay proyectos para extracción de hidrocarburos, 14 para construir hidroeléctricas. Quieren almacenar el agua de los ríos para sacar el petróleo y el gas. Por eso debemos extender nuestra lucha”, dijeron.
Pobladores de San Mateo Tlacotepec, en el municipio de Ahuacatlán que fueron excluidos de la supuesta consulta realizada por la SENER pese a que el embalse del río estará en territorio de esta comunidad, convocaron a no dejarse engañar ni a permitir que los empresarios entren a su territorio, a ser uno sólo en la defensa de los pueblos.
“Hace cinco años entraron los empresarios y desde entonces estamos luchando. No nos vamos a dejar engañar, ni a permitir que entren a nuestro lugarcito, porque nosotros a dónde nos vamos a ir. Dónde vamos a estar. Por eso hay que levantarnos y abrir los ojos. Hay que pensar bien y no nos vamos a quedar con los brazos cruzados. La lucha es para los que vienen detrás. Hay que reunirnos todos para que estemos más fuertes”, dijeron.
Mientras los de San Felipe Tepatlán explicaron que aunque ya rechazaron “definitivamente” el proyecto hidroeléctrico, ni la empresa Deselec ni el presidente municipal Ramón Dávila Santos quieren respetar su decisión y por eso ahora han presentado varias denuncias contra los opositores.
“Nunca nos dieron información, ni conocíamos qué era una hidroeléctrica. Nos enteramos cuando quisieron hacer una consulta. Dicen que tienen todos los permisos, pero el que les hace falta es el del pueblo. Allá muchos hablan el totonaco, y quisieron explicarnos en castellano. No entendemos lo que están diciendo. Somos 9 comunidades, a algunos les daban comida, cerveza, refrescos pulque y los engañaron. Por eso vamos a seguir insistiendo en que es el pueblo el que debe decidir.
Los pobladores recibieron la solidaridad de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA) que, en voz de su dirigente Miguel Acundo, rechazó los métodos que ha usado la empresa para imponer este este proyecto y criticó la entrega del territorio a los intereses empresariales al amparo de la reforma energética.
Acundo denunció que en comunidades como Zoquiapa, la empresa tiene a algunos pobladores asalariados que se han encargado de amenazar a quienes rechazan la construcción de la hidroeléctrica y los llamó a realizar manifestar su oposición “públicamente”, pero contrariamente a los manifestado por los pobladores les ofreció llevarlos a la Secretaría de Gobernación federal para que “nos ayuden a saber de qué se trata (el proyecto)… Y para que le digamos: queremos ser socios de la empresa, no sus peones. Que nos paguen nuestras tierras al precio que queremos. También se puede”, remató.