En varias ocasiones, el Gobierno de Peña Nieto se ha extrañado de los señalamientos negativos que han hecho la prensa internacional, mandatarios de Estado, personajes emblemáticos y hasta del Papa Francisco.
Artículo de Miguel Pulido vía Aristegui Noticias
Regeneración 03 de marzo del 2016.- Cuidado con atreverse a describir la realidad. El de Enrique Peña Nieto es un gobierno que se envuelve en la negación y sólo acepta una versión de las cosas: la suya.
Si es necesario usar la carrocería diplomática para evitar que cuestionen lo que pasa en el país, lo harán. En los últimos tres años han venido desarrollando práctica en el asunto. El gobierno mexicano no discrimina en la selección de contrincante y tampoco en los temas. Entre los muchos a los que han “corregido” están los siguientes:
1.- José Mujica… se equivoca
En noviembre de 2014, el expresidente de Uruguay declaró a la revista Foreign Affairs Latinoamérica, preocupado por las condiciones generales del narcotráfico y el caso Iguala, que “a uno le da una sensación, visto a la distancia, de que se trata de una especie de Estado fallido, que los poderes públicos están perdidos totalmente de control, están carcomidos”.
Frente a tales declaraciones, la Secretaría de Relaciones Exteriores manifestó sorpresa y rechazo categórico y citó al embajador de ese país en México. Entonces el gobierno presionó porque en sus apreciaciones Mújica no podía desconocer “el compromiso del gobierno mexicano de continuar las investigaciones con claridad, transparencia y responsabilidad”.
2.- El Papa Francisco… nos causa preocupación y tristeza
En febrero del año pasado (2015) los medios retomaron una carta del Papa Francisco dirigida al legislador argentino Gustavo Vera, en la que pidió “evitar la mexicanización” del país. “Estuve hablando con algunos obispos mexicanos y la cosa es de terror“, dice en una de las frases más contundentes.
Inmediatamente, José Antonio Meade, respondió que lo dicho por el Papa causaba preocupación y tristeza, pues no reconocía que “México ha hecho enormes esfuerzos, ha manifestado un gran compromiso.” De paso llamaron a aclaraciones al representante diplomático del Vaticano en México.
3.- La prensa internacional… nos estigmatiza
En una situación poco común, al menos seis de los medios más influyentes del mundo criticaron en un periodo muy corto la delicada situación de México. En noviembre de 2014, por ejemplo, el New York Times publicó que: “los miembros del supuesto nuevo PRI no tuvieron respuesta cuando la violencia echó abajo su mensaje de crecimiento económico.” Similares o más fuertes fueron las críticas de Newsweek, The Economist, El País, Der Spieguel o las lapidarias descripciones de The Guardian (“la terrible ola de violencia que sujeta a México”).
Frente a estas críticas, en el Foro Económico Mundial, el presidente Peña Nieto declaró que “los problemas de criminalidad los tienen todos los países del mundo, incluso los más desarrollados”, pero que “México ha venido siendo muy estigmatizado por el tema de la inseguridad.”
4.- La ONU… irresponsables y poco éticos
El Relator Especial de las Naciones Unidas (ONU), Juan E. Méndez, dijo en las conclusiones de su informe que “la tortura y los malos tratos en México por parte de las autoridades hacia los detenidos son generalizados” y que varios casos documentados demostraban “la frecuente utilización de torturas.”
Tales hallazgos no sólo le merecieron una fuerte reacción diplomática, sino la descalificación y el insulto. El subsecretario Gómez Robledo dijo que el Relator había sido irresponsable y poco ético, dichos que fueron respaldados por el canciller José Antonio Meade y llevados al extremo de cuestionar el deseo de México de seguir colaborando con ese organismo de la ONU.
5.- La situación del país… ¿según quién?
La última zaga del ejercicio: no importa lo que digan, tú niégalo, es la respuesta del gobierno mexicano al informe de la CIDH. El organismo internacional afirma que México vive una crisis de derechos humanos.
En un comunicado conjunto Segob, PGR y SRE señalan: que “el informe de la CIDH, desafortunadamente no refleja la situación general del país y parte de premisas y diagnósticos erróneos, que no se comparten. El Estado mexicano fue enfático en afirmar que en nuestro país no se vive una crisis de derechos humanos”
Total que el gobierno de México no ajusta en su actitud de descalificar las conclusiones y observaciones que sobre el país haga cualquier actor internacional.
Para qué reconocer la compleja situación que vivimos, si siempre se puede negar y negar (y negar…).