La minera canadiense Almaden Minerals contrató a una consultora sudafricana vinculada a dos de los mayores desastres ambientales del continente. La empresa Knight Piésoldd Engineerin se encargó elaborar los estudios de impacto ambiental y los informes económicos del proyecto minero en el municipio de Ixtacamaxtitlán, en la Sierra Norte de Puebla
Leticia Ánimas
Regeneración, 20 de abril de 2016. Huauchinango, Pue.- Una consultora ambiental fundada en Sudáfrica y que está vinculada a dos de los mayores desastres ecológicos de la industria minera en el continente americano, elaboró los estudios de impacto e informes económicos con los que Almanden Minerals sustentó su proyecto de exploración y explotación de metales preciosos en el municipio de Ixtacamaxtitlán.
Fue la Knight Piésoldd Engineerin la responsable de realizar los informes económicos preliminares y la manifestación de impacto ambiental del proyecto “Ixtaca” de minería a cielo abierto de oro y plata que se encuentra en la etapa de “exploración avanzada” en la Sierra Norte de Puebla, de acuerdo con los resultados principales de la Evaluación al Impacto en Derechos Humanos dados a conocer por la organización Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER).
La participación de la consultora, además, fue confirmada por la propia Almaden Minerals en un boletín de prensa publicado en inglés en su página web 16 de abril de 2014, en el que informó a sus socios y “partes interesadas” que el proyecto Ixtaca es “económicamente viable”, tras la Evaluación Económica Preliminar (PEA, por sus siglas en inglés) realizado por Knight Piésold.
La consultora, que en su página web dice estar comprometida con la “calidad, la seguridad y la excelencia técnica”, participó en los proyectos Mount Polley en la Columbia Británica en Canadá y en el de la minera Yanacocha en la comunidad de Choropampa en Perú, donde en el año 2014 y en el 2000, respectivamente, se produjeron derrames de materiales tóxicos que han sido considerados los mayores desastres ambientales en estos países y que a esta fecha siguen causando daños a la salud de los pobladores.
Pueblo intoxicado en Perú
Según los reportes publicados por la prensa peruana el 2 de junio del 2000, entre las 4 y 6:30 de la tarde, 151 kilos de mercurio líquido propiedad de la minera Yanacocha, propiedad de la estadunidense Newmont Mining Corporation, se derramaron por la volcadura de un camión, a lo largo de 27 kilómetros de la carretera que atraviesa la comunidad de Choropampa en Cajamarca.
“Unas 750 personas –40 por ciento de ellas menores de edad– sufrieron las secuelas de la intoxicación y las quejas por diversos malestares físicos: “78por ciento de los pobladores declaró presentar dolores de cabeza, 45por ciento visión borrosa, 42por ciento fatiga, 33por ciento parestesia (sensaciones anormales) en miembros superiores, 27por ciento mareos. Todos, síntomas asociados a la contaminación por mercurio que continúan teniendo hasta ahora”.
Mientras la madrugada del 4 de agosto de 2014, el dique de la presa de jales de la mina canadiense de oro y cobre Mount Polley, en la Columbia Británica, propiedad de la empresa Imperial Metals, se rompió dejando escapar más de 5 millones de metros cúbicos de los desechos mineros y 10 millones de metros cúbicos de agua sobre el arroyo Hazeltine y el lago Polley.
Las autoridades declararon en la zona un “estado de excepción” por la gravedad de lo ocurrido y prohibiendo el uso del agua a miles de pobladores. También se afectaron los bosques.
Medios de los medios de comunicación como The Canadian Press revelaron que desde el punto de vista ambiental la mina no cumplía con los estándares legales pues desde el año 2009, estaba descargando más aguas residuales que los previstos en sus solicitudes de permisos de operación y los estanques eran muy altos.
En ambos casos la consultora Knight Piésold Engineering elaboró sus impactos ambientales y otros documentos que sirvieron a las mineras para promocionarse como “minería verde segura” pero, de acuerdo con PODER en el informe presentado a pobladores de Ixtacamaxtitlán, estos hechos demostraron que “no existe minería ambientalmente segura”.
Minimizan los posibles efectos en Ixtaca
En el informe que Almanden Minerals presentó a sus socios en abril de 2014 y que fue elaborado por la Knight Piésold Engineerin y para el desarrollo del proyecto Ixtaca se minimizan los efectos sobre el medio ambiente y los recursos naturales.
Por ejemplo, se asegura que “el plan de mina Ixtaca no requerirá agua de los acuíferos locales, ya que la cantidad de agua de lluvia así como el mismo caudal de los arroyos dentro de la cercanía del proyecto serán suficientes para la operación continua de la mina”.
Además, según los empresarios, tampoco habrá riesgo de contaminación de los manantiales debido a que “las comunidades locales utilizan agua de manantiales naturales localizados río arriba del proyecto y a mayor elevación que el depósito Ixtaca. El caudal del agua río arriba del proyecto será desviado o colectado, con el potencial de crear una nueva fuente de agua para uso local, o para ser utilizada en los procesos de minería para después ser tratados cumpliendo todas las regulaciones ambientales”.
Soslayando las protestas de un sector de los habitantes del municipio, la Almaden afirmó que tiene relaciones de armonía y transparencia con la comunidad, donde ha instrumentado “un programa comprensivo de relaciones comunitarias y educativas para los pobladores locales para explicar de manera transparente en qué consisten los trabajos de exploración así como los posibles impactos y beneficios de una posible operación minera en Ixtaca”.
La emisión del boletín elaborado por la Knight, fue acompañada con un video donde en una especie de maqueta tridimensional se observan los varios pisos, pero no la monumental profundidad que tendrá “el cerro al revés”, en el enorme tajo a cielo abierto que podrían “construir” los canadienses en Ixtacamaxtitlán.
En contraste la evaluación de PODER consideró que las actividades mineras podrían dañar severamente la salud de la población asentada en el área de impacto de 10 kilómetros a la redonda por su exposición a sustancias peligrosas y a las condiciones alteradas del medioambiente.
Aunque aún no se inicia la fase de explotación, agregó, se encontraron elevadas concentraciones de arsénico, mercurio, atimonio, cobre y plomo en muestras de roca y en el suelo.
El pueblo de Choropampa, Perú, solidarizándose con los estudiantes de Ayotzinapa.