Inacción, siembra de pruebas y teorías descabelladas para explicar los crímenes. En su columna de hoy en El Universal, el periodista Ricardo Raphael hace uno análisis sobre el común denominador de casos como el de Cananea, Paulette y Ayotzinapa
Regeneración 02 de mayo de 2014.- En su columna de hoy en El Universal, el periodista Ricardo Raphael hace uno análisis sobre el común denominador de casos como el de Cananea, Paulette y Ayotzinapa, Tomás Zerón de Lucio, hoy investigado por su desempeño en el caso Ayotzinapa.
En el primer caso “la madrugada del martes 15 de mayo del 2007, doce camionetas último modelo recorrieron 200 kilómetros con dirección a Cananea. Según testigos recogidos después, dentro de ellas viajaban alrededor de 50 sicarios disfrazados de militares y agentes de la AFI”, escribió el periodista.
Pese a que los mandos de la entonces PFP y la antigua Agencia Federal de Investigaciones (AFI) estuvieron enterados de ese operativo militar, no hicieron nada y resultó el la matanza a sangre fría de 22 personas entre las que se encontraban 7 policías municipales.
Luego de que se investigara el hecho, relata Raphael, el entonces secretario García Luna exigió la renuncia de cinco mando de la PFP por su actuación sospechosa, entre ellos Tomás Zerón de Lucio.
Despedido de la PFP, Zerón de Lucio no tardó en encontrar un puesto como coordinador de Investigación y Análisis de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, en donde despachó bajo las órdenes directas de Alfredo Castillo Cervantes.
Como responsable del caso, le tocó atender el caso de la desaparición de Paulette Gebara, la niña a quien las autoridades encontraron debajo de su cama después de haberla buscado por toda la República.
La increíble historia cuenta que la niña de cuatro años fue reportada como desaparecida el 22 de marzo del 2010. Las áreas de investigación de la procuraduría del Estado de México, con Tomás Zerón a la cabeza, utilizaron toda la inteligencia disponible para dar con su paradero; inclusive la periodista Lilly Téllez estuvo en la habitación de la menor para hacer un reportaje a propósito del caso.
Nueve días después, la autoridad por fin encontró a la niña. Estaba debajo de su cama. Según la versión oficial, murió asfixiada al escurrirse por la hendidura hacia el suelo de la habitación.
“Nadie creyó aquella narrativa”, escribió Raphael, “sin embargo, los responsables de fabricarla siguieron ascendiendo en la espiral burocrática”.
En septiembre del 2013, Tomás Zerón fue nombrado director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).
Un año después, le tocaría hacerse cargo de la investigación de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
“La semana pasada, el director de la AIC fue acusado por celebrar diligencias de manera desaseada y en cotnra de la legalidad. En concreto podría haber sembrado pruebas y torturado presuntos responsables para hacer cuadrar la teoría oficial del caso con la verdad ocurrida la madrugada del 26 al 27 de septiembre de 2014”.
Pese a que los antecedentes de Serón de Lucio no lo defienden, los jefes del director de la AIC siguen respaldándolo como si fuera su mejor amigo, concluye el periodista.
Vía El Universal