Una denuncia en la corte, que ha recibido poca cobertura de los medios, dice que Trump es cómplice, e incluso incitó, la violencia perpetrada por grupos de odio.
Regeneración 18 de julio de 2016.- Salvo sorpresas de última hora, Donald Trump saldrá de la Convención Nacional Republicana en Cleveland esta semana como candidato presidencial. Su victoria también será un triunfo para los grupos de supremacía blanca en todo el país, si las alegaciones en una demanda federal pendiente en Kentucky están en la marca.
La denuncia fue archivada en la corte estatal de Kentucky a finales de marzo de este año, después transferida a la corte del Distrito oriental de Kentucky. Los medios de comunicación nacional informaron sobre la denuncia inicial presentada en el juicio, pero el pleito ha caído fuera del radar de los medios.
Recientes escritos presentados en el caso, sin embargo, son de interés general en cuanto a que alegar Trump y su campaña presidencial tiene relación con los distintos grupos de supremacía blanca quienes han frecuentado sus actos de campaña.
Si el pleito, ahora en las cortes por alrededor de cinco meses, sale a la luz sobreviviendo a los continuos esfuerzos para ser descartado, permitiría que los abogados de las víctimas tuvieran la capacidad de indagar en la campaña de Trump y revelar las comunicaciones y relaciones directas que podrían existir entre la campaña y los grupos de Supremacía blanca en todo Estados Unidos.
La probable investigación sobre los nexos del candidato hace de su campaña presidencial una apuesta muy alta, pues demanda se estaría investigando en los próximos meses cuando el magnate busca ganar la presidencia.
Historias ya se conocen sobre Trump y su radicalismo blanco, algunos medios dijeron que el empresario es fan de los discursos de Adolf Hitler y que en algún momento, mantuvo un libro que los recopilaba, Mi Nuevo Orden, cerca de su cama.
Los demandantes son tres personas que asistieron a una reunión de la campaña de Trump la mañana del 1 de marzo en Louisville, Kentucky, a un lugar público; mientras se manifestaban en el mitin. Los demandantes indican que fueron agredidos por un grupo de Supremacía blanca conocido como el Partido Obrero Tradicionalista luego de Trump los incitara a sacarlos del mitin.
«En lugar de permitir que su propia seguridad, el Servicio Secreto, o la seguridad [del edificio] retirara a los manifestantes, Trump detuvo su discurso de media hora cinco veces diferentes para señalar los manifestantes y, en la mayoría de los casos, para decirle a su multitud de seguidores ‘a por ellos fuera de aquí’», alegaron los demandantes en su denuncia inicial.
«En o alrededor del tiempo se produjeron lesiones a los demandantes, Trump también declaró: ‘No hagas daño a ellos. Si digo que vayan por ellos, tengo problemas con la prensa, los seres humanos más deshonestas en el mundo'».
Los tres manifestantes fueron expulsados entre empujones a salir del edificio, en manos de los miembros del Partido Obrero Tradicionalista, al grado que uno de los manifestantes resultó herido en el estómago por una punta.
En tanto, Trump afirma que su discurso está protegido por la Primera Enmienda y también niega que sus palabras en el acto incitaron a la multitud a la violencia, y también insiste en que él estaba dirigiendo sus órdenes para eliminar manifestantes al personal de seguridad y no la audiencia general.
Los abogados de los tres demandantes cuestionan estas afirmaciones pues sostienen que las órdenes de Trump para eliminar los manifestantes no representan la expresión protegida núcleo bajo la Primera Enmienda.
«El Tribunal Supremo no ha considerado nunca una situación en la que un orador dirija a una multitud para perjudicar a personas específicas, en parte porque tal expresión es única fuera de todo lo que la Primera Enmienda nunca podría proteger,» dicen las denuncias.
Pero aún si esas expresiones estuvieran protegidas por la primera enmienda, los demandantes dijeron tener otros argumentos.
El juez no se ha pronunciado ni a favor ni en contra de ninguna de las partes. Los demandantes buscan obtener una indemnización por sus lesiones así como por “angustia emocional, humillación y angustia mental”, así como los gastos que se han erogado por el pleito en los tribunales.
Sin embargo, la gran victoria sería si los demandantes tienen éxito en colocar el caso en proceso de investigación, lo que colocaría a la campaña del Trump bajo escrutinio si es que es un patrón general de la campaña de Trump los actos de violencia de ciertos grupos de Supremacía blanca.
Los demandantes afirman en sus demandas que «el conocimiento previo de los asistentes de su reunión de Trump no es en absoluto ‘indiscutible’. La conexión entre la campaña Trump y [supremacía blanca] grupos como [el Partido Obrero Tradicionalista] estaba bien documentada, incluso antes de la manifestación Louisville el Marzo 1.»
La instrucción escrita, hace referencia a varias noticias sobre el apoyo a la campaña de Trump ha obtenido a partir nacionalistas blancos y organizaciones neonazis.
«De hecho, es probable que los supremacistas blancos han estado presente y visible en prácticamente cada acto de campaña Trump, como lo fueron en la manifestación de Louisville,» alegan los demandantes.
Vía NarcoNews