Emmanuel Macron denunció en los últimos minutos de la campaña una operación en su contra mediante un “pirateo masivo” de documentos.
Regeneración, 6 de mayo de 2017.- La campaña oficial concluyó el viernes a la medianoche. Minutos antes, varios gigas de archivos internos del equipo de Macron, incluyendo correos electrónicos y documentos de contabilidad, fueron diseminados en las redes sociales a través de un página difundida por el sitio Wikileaks y viralizada en Twitter por la extrema derecha. El equipo de Macron denunció de inmediato «una acción de pirateo masivo y coordinado», estimado que la operación, lanzada «en la última hora de la campaña oficial», «constituye de manera manifiesta una desestabilización de la democracia».
«¿Podrán las #Macronleaks enseñarnos cosas que el periodismo de investigación calló deliberadamente?», tuiteó por su parte Florian Philippot, vicepresidente del Frente Nacional, el partido de extrema derecha que lidera Le Pen.
Los dos candidatos cerraron el viernes una pugnaz campaña para intentar conquistar los votos que ambos necesitan de muchos electores que no simpatizan con ninguno de los dos.
Macron fue abucheado el jueves en un acto electoral y el viernes Le Pen fue insultada en Reims (noreste) al visitar por sorpresa la catedral donde se coronaba a los reyes franceses.
Centenares de estudiantes se manifestaron además en París para rechazar a ambos candidatos. El hecho de que los dos se presenten como candidatos «antisistema» ha sido insuficiente para atraer a muchos votantes, pese a que en la primera vuelta del 23 de abril éstos dijeron «basta» a los partidos tradicionales (conservadores y socialistas).
A Macron, de 39 años, ex banquero y ex ministro de Economía del impopular presidente socialista saliente, François Hollande, se le reprocha su política liberal y se le acusa de representar los intereses de la clase empresarial y pudiente.
Le Pen, de 48 años, pese a sus esfuerzos de romper con la imagen antisemita y xenófoba del Frente Nacional, es rechazada ampliamente por su política antiinmigración, antieuropea y su voluntad de desconectar a Francia de la globalización.
Un sondeo publicado este viernes acrecentó la ventaja de Macron sobre Le Pen, al obtener 61.5 por ciento de intenciones de voto, frente a 38.5 por ciento para la ultraderechista. El número de indecisos sería del 16 por ciento y la abstención podría ser netamente superior a la de la segunda vuelta de 2012, cuando fue próxima al 20 por ciento.
Una de las incógnitas es qué harán buena parte de los simpatizantes del izquierdista Jean-Luc Mélenchon (19.6 por ciento de los votos en la primera vuelta), que rechazan elegir entre «la peste» y «el cólera».
La campaña, una de las más virulentas que se recuerdan en Francia, tuvo un punto de inflexión con el debate televisado del miércoles, en el que Le Pen se mostró muy agresiva con Macron. Desde entonces, éste acrecentó su distancia en los sondeos.
El presidente Hollande dijo que Macron «debería» obtener el domingo «la puntuación más elevada» frente a la extrema derecha y advirtió sobre el riesgo de poner «el arma nuclear» en manos «de cualquiera», en alusión a Le Pen.
De ganar, Macron dijo el viernes que ya tiene decidido quién será su primer ministro, aunque no lo anunciará hasta el «traspaso de poderes», como muy tarde el 14 de mayo.
Fuente: La Jornada