Durante el operativo policíaco-militar que llevaron a cabo anoche con saldo de 11 personas muertas y 38 detenidas, también se agredió a periodistas.
Regeneración, 08 de enero de 2017.- Policías y militares en Guerrero que llevaron a cabo un operativo para liberar a un ex militar vinculado con la venta ilegal que habían detenido los autodefensas de Cacahuatepec, también golpearon a cuatro periodistas y los despojaron de su equipo de trabajo.
Durante el día de ayer, se registraron dos enfrentamientos, el primero, entre un grupo armado y los policías comunitarios dejó un saldo de ocho muertos, cinco del grupo agresor y tres comunitarios; más tarde, durante el operativo entre policías y comunitarios, hubo otros cuatro muertos, tres de ellos comunitarios; en total, hubo un saldo de 11 muertos y 38 detenidos, y fue encabezado por el general activo y actual secretario de Seguridad Pública, Pedro Almazán Cervantes.
Durante el operativo, los reporteros atacados fueron Bernardino Hernández, corresponsal de las agencias AP, Cuartoscuro y colaborador de Proceso; Jacob Morales, del periódico El Sur; Rubén Santiado, de La Jornada Guerreo; Sergio Robles, de Quadratín; y Jorge Torres corresponsal de la cadena Univisión.
Reporteros Gráficos denuncia agresiones por parte de policías estatales, dejan heridos a reporteros de la agencia AP y PROCESO en el poblado de La Concepción en Acapulco, Guerrero.
Video PRESS Digital Guerrero. pic.twitter.com/jSwX0dI3w1— Somos el Medio (@Somoselmedio) 9 de enero de 2018
En el caso de Hernández Hernández, y de acuerdo con Proceso, “fue salvajemente golpeado con cachas de pistola y culatas de rifles por policías estatales, quienes también dañaron su equipo y robaron las tarjetas digitales de su cámara fotográfica, donde estaban las imágenes del violento operativo que dejó tres guardias comunitarios asesinados y 38 detenidos”.
Hernández preseta golpes en la cabeza, tórax y piernas, todo esto mientras documentaba los excesos de la policía, como en el caso de un guardia comunitario asesinado a tiros cuando ya estaba indefenso.
Los comunicadores presentes, fueron expulsados a golpes y patadas, tanto Hernández como el reportero de La Jornada Guerreo, y Jacob Morales, de El Sur, señalaron la actitud hostil de los agentes estatales.
Tras el operativo para rescatar al exmilitar vinculado con la venta ilegal de armas, los reporteros reclamaron a un mando policiaco la serie de agresiones contra la prensa y, en respuesta, recibieron más insultos y amenazas de los uniformados.
Aunque los reporteros denunciaron ante el fiscal regional, Xavier Olea Peláez las agresiones a las que fueron sujetos, éste se limitó a decir que deben hacer una denucia penal, pero al llegar al MP, esperaron más de una hora sin ser atendidos, por lo que se trasladaron al hospital.
Fue hasta ese momento que personal del Ministerio Público, llegó al Hospital y recogió las declaraciones de los periodistas atacados.
Vía Proceso.