El hombre acusado de matar a sus tres hijos en San Miguel, admitió el asesinato luego de meses, pero arguyó que fue por temor a que los secuestraran.
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Regeneración, 20 de julio de 2017.- En el inexplicable caso de Antonio Luna Hernández, el velador acusado de matar a sus tres hijos luego de quedar atrapados en una casa con policías y miembros del crimen organizado en San Miguel de Allende, Guanajuato; el hombre aceptó haberlos matado.
Recordemos que el 14 de enero pasado, elementos de la policía y miembros del crimen organizado se enfrentaron a balazos en la finca que Antonio Luna Hernández cuidaba y donde se encontraban su esposa y sus tres hijos; en aquel entonces, la Procuraduría estatal lo acusó de homicidio y fue llevado a la prisión.
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Luego de eso, la madre de los menores, indicó que no era su pareja el asesino de los niños, refirió que él intentó protegerlos durante las dos horas del enfrentamiento.
Sin embargo, ayer Luna Hernández fue sentenciado a 16 años de prisión luego de admitir que mató a sus hijos por temer que éstos fueran secuestrados por miembros del crimen organizado quienes llevaban más de dos horas en un enfrentamiento justo afuera de la vivienda en la que se encontraban, indicó su abogado, Florencia Rafael Heredia Rubio.
“Lo hizo por el gravísimo miedo que tenía de que les hicieran daño, de que los secuestraran, el miedo que tenía Antonio fue brutal, también lo tenían los niños, también lo tenía la esposa”, comentó el abogado, Florencio Rafael Heredia Rubio.
Reveló que este tipo de crimen ameritaría una pena mínima de 75 años y una máxima de 105 años de prisión.
“En el momento que Antonio acepta haber cometido este ilícito, lo hace derivado de que no estaba al 100 por ciento de sus facultades mentales”, comentó el abogado, al finalizar la última audiencia donde se dictó sentencia.
El perito en siquiatría, Fernando López, constató que Antonio Luna estaba disminuido de sus facultades cuando asesinó a sus hijos. El juez quitó una tercera parte de la pena porque su voluntad estaba disminuida y otra tercera parte por aceptar la pena, explicó Heredia Rubio.
“Estamos ante una pena de 16 años y 8 meses, que es la mínima, y conforme a la buena conducta que tendrá, seguramente saldrá en mucho tiempo menos”, refirió.
F.R. Vía La Jornada