Se trata de un gran proyecto urbano y logístico que planea construir en 4 mil hectáreas de Atenco y Texcoco, colindantes del NAICM.
Regeneración, 29 de marzo de 2018.- Aunque el debate se ha centrado en el aeropuerto y su viabilidad técnica, financiera y de transparencia, el verdadero negocio detrás del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), es un proyecto urbano y logístico 20 veces más rentable y que involucra al Grupo Atlacomulco, indicó el columnista Salvador García Soto.
En su columna Serpientes y Escaleras de El Universal, indicó que el proyecto denominado Aerotrópolis, tiene contemplado inversiones y desarrollos que significan negocios multimillonarios y continuos para los próximos 50 o 100 años.
“Para construir y desarrollar desde centros comerciales, hoteles, autopistas urbanas, parques industriales y empresariales, áreas exclusivas de vivienda nivel alto, zonas de libre comercio, clubes deportivos y de golf, hasta un parque de diversiones de la franquicia más rentable a nivel internacional”, indicó.
De acuerdo con la columna, los terrenos que rodearían al NAICM, son en buena parte, propiedad de políticos y empresarios cercanos al Estado de México.
“Todo para hacer de los terrenos que rodean el nuevo aeropuerto un ‘centro de negocios’ y e Hub más grande de América Latina, que a su vez conectará a la obra del Nuevo Puerto de Veracruz, que quintuplicó su capacidad este sexenio, para construir un enorme corredor logístico de carda y transporte de mercancías y productos de exportación”, señaló.
“Este es el verdadero negocio del grupo Atlacomulco”, cita García Soto a un colaborador cercano, quien no quiso revelar su nombre. “Por eso quieren el aeropuerto ahí y por eso lo defenderán a toda costa, más allá de las cuestiones de viabilidad técnica o financiera”.
García Soto señala además, las declaraciones del ex fiscal de la Federación, Gabriel Reyes Orona, quien hizo un llamado para que el próximo gobierno haga un análisis de quienes son los dueños de los terrenos cercanos al nuevo aeropuerto.
“El negocio quien lo puede hacer es quien haya adquirido terrenos colindantes. Si los intereses, si las relaciones gubernamentales te llevan a que tiene que ser ahí porque ahí es donde mis amigos compraron, tiene que ser a fuerza donde la plusvalía se va a generar”, indicó Reyes Orona.
Para el columnista es por todo esto que la idea de López Obrador de cancelar la obra hizo tanto escándalo y generó rechazo en los políticos priistas, Peña Nieto y varios empresarios.
Pese a ello, miembros del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), propusieron hacer una mesa de análisis para determinar si los contratos eran transparentes y determinar las causas del sobrecosto que ya se maneja.
Vía El Universal