Con la excusa de reducir un ingrediente potencialmente perjudicial de las papas al estar fritas, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos anunció este mes que ha aprobado un nuevo producto transgénico de siembra comercial en Estados Unidos.
El hecho de que el productor de esta papa transgénica es la empresa JR Simplot Company, que siempre ha vendido las papas a McDonald’s tiene a los consumidores preocupados. ¿Es que ahora las patatas fritas de McDonald’s van a ser transgénicas?
En qué manera puede contribuir a la salud un alimento transgénico?, y en qué manera afecta a los productores de papas naturales?, se preguntan los ambientalistas.
Ellos acusan a las multinacionales del biotech de que «encontraron un modo de entrar cada vez más al fondo del mercado de la comida rápida promoviendo las patatas OGM», comentó Greenme el 11 de noviembre.
El ADN de la papa fue alterado para que cuando la papa absorba las grandes cantidades de grasa durante la fritura, no produzca tanto de un componente llamado acrilamida, que se sospecha causa cáncer en las personas.
Sin embargo la papa transgénica igual produce la acrilamida, solo que en menos cantidad, por lo que el riesgo de cáncer en las personas – si lo hay – persiste en ellas.
Se cree que lo que puede ser atrayente para McDonald’s y otros vendedores de alimentos, es que la nueva papa no se pone negra luego de tallarse y freírse. De esta manera las patatas no frescas lucen como nuevas.
«JR Simplot Company es una compañía privada con sede en Boise, Idaho, que era el proveedor inicial de papas fritas congeladas a McDonald en la década de 1960 y sigue siendo un importante proveedor. El fundador de la compañía, el Sr. Simplot, que murió en 2008, se convirtió en un multimillonario», informa NY Times el 8 de noviembre.
Los promotores de los transgénicos dicen que «la papa es uno de una nueva ola de los cultivos modificados genéticamente que tienen como objetivo proporcionar beneficios a los consumidores», de acuerdo al NY Times.
Sin embargo, los consumidores están cuestionando la seguridad de los cultivos modificados genéticamente y exigiendo que los alimentos elaborados a partir de ellos puedan etiquetarse.