Minería marina destruiría vida de mar. Juez favorece minera, ordena nuevo estudio de impacto ambiental . Removería 350 millones de toneladas de fosfatos del fondo marino
Regeneración, 1 de abril del 2018. En redes sociales el Frente Ciudadano en Defensa del Agua y la Vida, dió a conocer que la minera marítima Exploraciones Oceánicas, filial de la trasnacional Odissey Marine Exploration, obtuvo una orden de un juez para que Semarnat dictamine nuevamente la resolución de impacto ambiental que fue negativa para la minera marina, en Comondú, Baja California Sur.
El asunto causa alarma entre la población de Baja California Sur, debido a las consecuencias de la explotación de los fosfatos del fondo marino.
«Destruiría la vida del mar», denuncian.
Es su momento la Semarnat señaló que dicha explotación acabaría – por lo menos- con el hábitat de las tortugas.
Tal como lo publicó en su oportunidad Excélsior, Odyssey Marine Explorations, a través de su filial Exploraciones Oceánicas, pretende dragar 91 mil hectáreas de fondo marino en el Golfo de Ulloa, para extraer 350 millones de toneladas de fosfato.
El fosfato es una sustancia negra y pegajosa, parecida al chapapote, útil en la fabricación de fertilizantes para la agricultura, en un reprotaje de Ernesto Méndez.
El periodista Méndez precisa varios puntos:
-La firma con sede en Tampa, Florida, dedicada al rescate de tesoros submarinos y que cotiza en la Bolsa de Nueva York
-Lo que se pretende es dragar una superficie que equivale al 60 por ciento del territorio que ocupa el Distrito Federal.
-El permiso es de 50 años, renovable a otros 50 años.
– Se pretende extraer tal cantidad de fosfatos que «puede abastecer a México por más de 100 años de sus necesidades de fosfato
-El proyecto se llama Don Diego —en honor al primo hermano de Hernán Cortés, Diego Hurtado de Mendoza.
– La explotación se localiza en la Zona Económica Exclusiva de México, entre Punta Abreojos y Cabo San Lázaro, a 22 kilómetros de la costa.
– El proyecto Don Diego emplearía a 80 personas de la región en un dragado de succión permanente, las 24 horas del día, los 365 días del año, con el apoyo de una barcaza y un buque remolcador.
Los impactos ambientales
El dragado consiste en remover el fondo marino con todo y los organismos que habitan en este, obtener el mineral y regresar millones de toneladas de sedimentos que serán suspendidos en la columna de agua, publicó noticias BCS
«Es al mismo tiempo fácil y aterrador imaginar los impactos que esto traerá a los cientos de familias que dependen de la actividad pesquera en esta región” dijo Meredith de la Garza Treviño, directora ejecutiva de la Sociedad de Historia Natural Niparajá.
La zona del Golfo de Ulloa es una Región Marina Prioritaria para la Conservación según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
Reconocida por su alta productividad biológica y por esta misma razon, sitio de gran importancia para la pesca de la región. De hecho, el 42% de la actividad pesquera en BCS.
El área donde pretende desarrollarse el proyecto, también ha sido identificada como zona crítica para la población de tortugas marinas.
Daños irreversibles
Por su parte el portal Industrias pesqueras alertó en un artículo con evidencia científica que advierte sobre los daños irreversibles de la minería marina
Enre los ejemplos de los que se hacen eco en el estudio, los investigadores destacan la primera empresa comercial en aguas profundas, que se espera apunte a sulfuros ricos en minerales a profundidades de 1.5-2km frente a Papua Nueva Guinea, está programada para comenzar a principios de 2019. El equipo de investigación de Exeter y Greenpeace explica que hay «muchas preguntas e incertidumbres» sobre la minería de los fondos marinos, incluidos los problemas legales y las dificultades para predecir la escala y el alcance de los impactos por adelantado, y para monitorear y regular la actividad minera.
En el trabajo también se recogen los conflictos que pueden surgir con otras actividades, como la pesca o el tráfico marítimo, y en este sentido se hace eco de la propuesta de creacón de una zona de exclusión de 23 × 9 km en aguas de Namibia para la explotación de depósitos de fosfato en los fondos marinos, lo que afectaría a los principales caladeros comerciales de merluza, jurel y rape. En otro ejemplo, las compañías pesqueras se oponían activamente a una propuesta de hierro y extracción minera frente a la costa oeste de Nueva Zelanda. Pero no solo ya que también hay preocupación con el impacto de la minería en los recursos genéricos, una industria que en la actualidad genera miles de millones de dólares.
El documento, publicado en la revista Frontiers in Marine Science, bajo el título «Una visión general de la minería del fondo marino incluyendo el estado actual de desarrollo, los impactos ambientales y las lagunas de conocimiento» se puede descargar aquí.