El riesgo principal es de un aumento en el precio previsto de los alimentos por la evolución en las cotizaciones de los energéticos.
Regeneración, 21 Octubre 2016.- Este jueves el Banco Mundial (BM), anticipó el anuncio del incremento en los precios de los energéticos, impulsado principalmente por los del petróleo.
El precio internacional del petróleo llegará a 55 dólares por barril en promedio en 2017, dos dólares más de lo anticipado previamente por el Banco Mundial, según un reporte del organismo publicado este jueves. Para 2016 mantuvo la previsión en 43 dólares por barril, en promedio.
El Banco Mundial elevó su previsión de incremento del precio del crudo el próximo año por la decisión de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de comenzar a limitar la producción después de un largo periodo en que no hubo restricciones a la extracción.
Esperamos un sólido crecimiento en los precios de la energía, encabezados por los del petróleo, el próximo año. Sin embargo, existe un considerable grado de incertidumbre alrededor de este pronóstico, en tanto se dan a conocer más detalles de la implementación del acuerdo de la OPEP, el cual sin duda impactará los mercados, expuso.
El precio del petróleo crudo se acercó a 150 dólares por barril en 2008, poco antes de que la crisis financiera desacelerara la demanda, la cual, sin embargo, siguió siendo elevada por parte de países como China e India. La cotización comenzó a disminuir hasta que en 2014 se desplomó, al punto de retroceder 51 por ciento en un periodo de 83 días, de acuerdo con la información contenida en el reporte.
En tanto, el precio de los alimentos agrícolas tendrá una modesta recuperación en 2017, principalmente en consecuencia del alza prevista en los precios de energéticos, añadió. Los precios de los granos tendrán un incremento de 3 por ciento, mientras los de aceites y otros alimentos serán de 5 por ciento.
Particularmente, el Banco Mundial espera que el precio de los cereales experimente el próximo año un incremento de 2.9 por ciento, más pronunciado de lo que se había previsto.
El riesgo principal es de un aumento en el precio previsto de los alimentos por la evolución en las cotizaciones de los energéticos, seguido por alteraciones climáticas. “Los precios de la energía afectan el precio de la mayoría de las materias primas agrícolas directamente, a través del combustible y otros costos energéticos como electricidad, y de manera indirecta por la variación en el precio de químicos y fertilizantes empleados en la actividad. Una de las razones del declive en el precio de los alimentos de los años recientes fue la caída en la factura energética”, mencionó.
El repunte, que beneficiará las arcas de países productores como México va a provocar también un mayor costo de los alimentos por el alza en los insumos para producirlos, advirtió.
Con información de El economista y La Jornada