La Universidad tiene la facultad y responsabilidad de gobernarse a sí misma, definir su estructura y las funciones académicas que le correspondan
Regeneración, 10 de octubre de 2016.- Al interior del país existe una demanda estudiantil de un mayor crecimiento en el ingreso a las distintas instituciones de educación superior, sin embargo, pareciera que el gobierno de la Ciudad de México no le interesa, no tiene una lectura similar.
El 4 de octubre apareció en la página web de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), un desplegado del actual rector, Hugo Aboites Aguilar, donde manifiesta su inconformidad con el trato que le pretenden dar a la UACM.
Enterado por “declaraciones de diversos actores políticos (PRD, Comisión de Presupuesto ALDF, Gobierno de la Ciudad de México) y sobre todo en relación con la ausencia de fondos suficientes para la ciudad, abierta o veladamente se ha señalado que se recortarían los fondos destinados a la UACM”, el actual rector demanda que se mantenga el subsidio federal e insiste en su escrito “que se cumpla la promesa de que el gasto social no será recortado y, por tanto, que el de la universidad no sufra menoscabo”, además, nos recuerda, el presupuesto asignado para este año fue de 150 millones.
Sobre el Proyecto de Constitución Política de la Ciudad de México, habla de la gravedad en que colocan a la institución educativa, la cual afecta el trabajo universitario, pues aparece como uno más de los órganos autónomos “el problema es que, luego de agruparlos, el proyecto de Constitución establece para todos una serie de disposiciones que nos afectan directamente”; por ejemplo:
«Nos obligaría a ‘implementar un servicio profesional de carrera, de conformidad con las leyes correspondientes’, que afectaría las condiciones de trabajo de académicos, administrativos, técnicos y manuales.
«Establece que las remuneraciones del personal… se fijarán de conformidad con el régimen y escalas de sueldos previstos para todas las personas servidores públicos en las leyes.
«Su personal se sujetará al régimen de responsabilidades de las personas servidores públicas, en los términos previsto por esta Constitución y las leyes.
«La normatividad de la UACM quedaría sujeta a algo tan vago como ‘las demás que determinen esta constitución y las leyes en la materia’».
El académico y rector de la UACM, también comenta sobre la designación del rector que propone el proyecto de Constitución de la Ciudad de México, que “abre la posibilidad de que se interprete que la designación podría estar en manos de un “consejo social” que propondrá “al Congreso local, a las personas titulares y consejeras de los organismos autónomos”. Aunque se dice que esto es para todos los organismos autónomos”, “con excepción de aquellos para los que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, esta Constitución y las leyes prevean mecanismos de designación distintos”, por lo que se introduce a la Universidad en un terreno sujeto a interpretaciones diversas, señaló.
Finalmente, en el artículo 57, del proyecto de Constitución, habla de la UACM, y, según el Rector, le asigna características que no corresponden con la institución educativa: “el proyecto de Constitución modifica su orientación para sujetarla al marco formal tradicional. Así, mientras la Ley de la UACM (Art. 3º) habla de una Universidad con un amplio objetivo (“educar, investigar y difundir la cultura… respetando las libertades de estudio, cátedra e investigación” y muchas más), el proyecto de Constitución la constriñe a sólo “impartir educación superior para formar profesionistas, investigadores, profesores universitarios y técnicos a la sociedad”. Por otro lado, “la Ley, en su Exposición de Motivos, señala que la UACM de muchas maneras tiene el propósito de “establecer una relación responsable con la sociedad” y busca contribuir al cumplimiento del derecho a la educación de muchos jóvenes; mientras que en el proyecto de Constitución su objetivo se reduce a apoyar instituciones y entidades públicas: “coadyuvará con los órganos y dependencias de la Ciudad de México”.
Ante el riesgo que corre la UACM de perder su autonomía y el presupuesto, el rector propone:
“Impulsar ante el Congreso Constituyente la demanda de que la UACM no quede incorporada como uno más de los organismos autónomos, puesto que, su autonomía está amparada en el artículo tercero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
“Que la Universidad Autónoma de la Ciudad de México quede en un capítulo aparte. Además, que el contenido de dicho capítulo y su respectivo y único artículo sea la transcripción literal del artículo tercero de la Ley de la UACM, que a la letra dice:
‘La Universidad tiene la facultad y responsabilidad de gobernarse a sí misma, definir su estructura y las funciones académicas que le correspondan, realizando sus funciones de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo con los principios del artículo 3° constitucional, respetando las libertades de estudio, cátedra e investigación y de libre examen y discusión de las ideas; determinar sus planes y programas; fijar los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal académico y administrar su patrimonio’.
«De esta manera, no tendremos dos textos diferentes y en dos distintos ordenamientos que, incluso contradictoriamente, nos definan como Universidad».
Nota informativa: Página web de la UACM.