AMLO celebró que México no se involucrara en la declaración del Grupo Lima, que desconoce la legitimidad del nuevo periodo presidencial de Nicolás Maduro
Regeneración, 06 de enero de 2018. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) defendió este sábado la decisión de México de no firmar la reciente declaración del Grupo de Lima sobre Venezuela, al considerar que la situación del país caribeño es un «asunto interno» y porque no busca «pleitos».
«Nosotros no nos inmiscuimos en asuntos internos de otros países porque no queremos que otros gobiernos, otros países, se entrometan en los asuntos que solo corresponden a los mexicanos».
Cuestionado por los medios antes de abordar un avión en Ciudad Juárez, López Obrador recordó que su país se rige bajo los principios de «no intervención y autodeterminación de los pueblos» y criticó a anteriores administraciones por no atender a esta máxima.
«En algunos momentos, tiempos, se han alejado los gobiernos de esta política, pero nosotros no lo vamos a hacer».
Agregó que su gobierno será «respetuoso de todos los pueblos y todos los gobiernos del mundo».
«No queremos tener pleitos con gobiernos extranjeros, optamos por la solución pacífica de las controversias y por la cooperación para el desarrollo», dijo AMLO y apoyó la decisión que «tomaron los diplomáticos mexicanos en este encuentro, de no firmar esa carta».
En la declaración del Grupo de Lima, 13 países, entre ellos Brasil, Argentina y Canadá, desconoce la legitimidad del nuevo periodo presidencial de Nicolás Maduro, que se iniciará el 10 de enero, por haber surgido, supuestamente de un proceso electoral sin las garantías y estándares internacionales.
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El gobierno de México decidió el pasado viernes no firmar la última declaración del Grupo de Lima, en el que los países miembros acordaron no reconocer la «legitimidad» de un nuevo Gobierno de Nicolás Maduro y lo instaron a no efectuar la asunción del mando el próximo jueves.
Poco después de su triunfo electoral, el pasado 1 de julio, el equipo de López Obrador anunció que el país regresaría a la política de no intervención y solución pacífica de controversias, enmarcado dentro de la llamada Doctrina Estrada, implementada en 1930 que era contraria al intervencionismo.