En los últimos 30 años, el estancamiento económico y la corrupción han llevado a un mayor empobrecimiento de la población y a la descomposición social, cuya consecuencia principal es inseguridad y la violencia.
Frente a esa realidad, Andrés Manuel López Obrador propone un Plan que impulse el crecimiento económico, genere empleos y garantice el bienestar y la tranquilidad del pueblo. Con la participación del Estado y de los sectores social y privado, la economía crecerá a 6% anual y generará un millón 200 mil empleos por año.
¿Cómo se detonará el crecimiento económico?
• Aumentando la inversión pública en 300 mil millones de pesos cada año para fomentar la actividad productiva del campo y la ciudad.
• Impulsando al sector agropecuario con miras a lograr la soberanía alimentaria.
• Apoyando a pequeñas y medianas empresas, principales fuentes de empleo.
• Haciendo grandes obras de ingeniería civil e hidráulica; y con manejo integral de cuencas.
• Construyendo un tren de alta velocidad del centro al norte del país.
• Abriendo el corredor en el Istmo de Tehuantepec para trasladar contenedores entre los oceános Pacífico y el Atlántico.
• Con nuevo aeropuerto en Tizayuca, Hidalgo.
• Construyendo 4 refinerías y ampliando la de Salina Cruz, Oaxaca. Hoy importamos 51% de la gasolina que consumimos.
• Refinando el petróleo se dejará de importar gasolina y se ahorrarán los costosos fletes.
• Limpiando de corrupción y modernizando al sector energético, se crearán empleos y se reducirán los precios de la gasolina, diesel, gas y la luz, en beneficio de los consumidores.
• Promoviendo el desarrollo turístico en la región maya con un tren Cancún-Palenque.
Se trata de invertir con honestidad, en forma inteligente y responsable. Estos proyectos detonarán el crecimento de la economía de México, fortalecerán el mercado interno y aumentarán la competitividad con el exterior.
• Para disponer de recursos públicos suficientes, se establecerán ahorros en el presupuesto federal por 300 mil millones de pesos, sobre todo con el combate a la corrupción, que representa sobreprecios en las adquisiciones y, más aun, en obras públicas y contratación de servicios.
• Con una política de austeridad se busca obtener otros 300 mil millones de pesos, eliminando y reduciendo los gastos superfluos en la administración. En 12 años, el panismo triplicó el gasto del gobierno, sobre todo en actividades administrativas, que pasó de 705 mil millones a casi 2 billones de pesos.
• Eliminando los privilegios fiscales de los grandes contribuyentes y con una mejor administración tributaria, se tendrían otros 200 mil millones de pesos, sin aumentar impuestos.
• Estos 800 mil millones de pesos se obtendrán del combate a la corrupción, la austeridad del gobierno y el aumento de la recaudación; le darán viabilidad financiera a la inversión pública y a la destinada al desarrollo social.
Es un Plan realizable si se movilizan voluntades con un nuevo pacto para crecer, entre el Estado, el sector privado y el sector social.
La fórmula es sencilla: el Estado combate la corrupción, ahorra recursos e invierte con eficiencia. El sector privado participa, invierte en México y paga impuestos. El sector social se involucra y se beneficia de los proyectos, vigila su buena marcha y cuida el medio ambiente.
En estas elecciones, los mexicanos vamos a decidir si queremos continuar con la corrupción, el estancamiento económico, el desempleo, la pobreza, la inseguridad y la violencia, que nos han dado tanto el PRI y como el PAN, o si nos decidimos por un cambio verdadero con honestidad, crecimiento, trabajo, justicia y paz.
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