Desde helicópteros miles de hectáreas de pastizales ganaderos son fumigadas con agrotóxicos como el Pastar, Togar, Tordon y Esteron en Yucatán
Regeneración, 5 de julio del 2018. Las fumigaciones que se hacen desde helicóptero en el noreste de Yucatán, amenazan la apicultura y el agua, así lo señaló Pedro Uc Be, integrante de la comisión de seguimiento de la de la Asamblea de Defensores del Territorio Maya, Múuch’ Xíinbal. Llaman a autoridades, ganaderos y distribuidores de agrotóxicos a detener esta práctica biocida.
Pedro Uc explicó a Regeneración que el noreste del Estado de Yucatán, sufrió la primera deforestación en la época de las haciendas henequeneras que llegaba hasta Temax; y que a partir de Buctzotz fue una zona maicera; paulatinamente la ganadería fue ganando espacios hasta que, a día de hoy, ha llegado a ser una zona relevante de producción de grandes cantidades de reses.
«Este dato que enorgullece a muchos ganaderos, ha buscado muchas maneras de sostenerse y crecer cada día; con ese objetivo se ha deforestado miles de hectáreas de monte para convertirlos en el monocultivo de zacate para el pastoreo de miles de cabezas de reses» señaló el defensor del territorio maya.
Con esta deforestación se ha atentado en contra de miles de hectáreas de árboles, plantas medicinales, animales que fueron despojados de su hábitat, flores que producen miel, abejas nativas como la xunáankaab, cenotes y aguadas contaminadas por el excesivo excremento de las reses; indicó.
«Esto ha sido un primer daño, no menor, a nuestro medio ambiente», precisó.
Agregó que una nueva agresión que han empezado a imprimir en contra del medio ambiente, es la renta de esos potreros para la instalación de parques eólicos.
Al respecto señaló que «estos aparatos van a obstaculizar el deslizamiento natural del agua, sus bases tienen más de diez metros de profundidad y 1200 toneladas de concreto para poder soportar una torre de 120 metros y aspas de 60 metros; además acabaría con muchas aves y murciélagos que son los polinizadores o reforestadores naturales».
«Por si fuera poco todo este daño, ahora han comenzado una actividad aún más agresiva; fumigar herbicidas como Pastar, Togar, Tordon y Esteron con un helicóptero en miles de hectáreas de zacatales o potreros», denunció.
Explicó que esta actividad va a generar un daño muy fuerte al agua, a las plantas y árboles que producen miel, «va a contaminar todo, de tal manera que hasta nosotros los seres humanos vamos a ser envenenados con estas sustancias».
La gran cantidad de agroquímicos que se vierten sobre nuestro medio ambiente, finalmente son absorbidos por la tierra o se filtran al manto freático permaneciendo por tiempo indefinido hasta que se degradan, en tanto ese proceso ocurre los contaminantes químicos los consumimos ya sea por medio de los alimentos o porque se filtran y llegan al agua.
Al respecto precisó que «Agroquímicos como PASTAR y TOGAR que comercializa la empresa DAW AGRO SCIENCE tiene como base 2 sustancias altamente dañinas para el medio ambiente y la salud, contiene Aminopyralid y triclopyr»
Según datos tomados de la etiqueta del producto causa irritación en los ojos y puede causar ceguera, además de quemaduras químicas de la piel, tarda mucho tiempo en degradarse y no especifica cuánto, es muy tóxico para los peces; señaló.
Agregó que «en el cálculo de los daños a la salud se tomó como referencia ratas de laboratorio, o sea que en los humanos aún no se sabe si son los mismos efectos o son más graves».
Estos agroquímicos forman parte de lo que se llama “Súper ganadería” que tiene como finalidad el control de la maleza en los pastos para aumentar la productividad y la rentabilidad, puntualizó Pedro UC.
Hay estudios que han demostrado que muchas mujeres que amamantan a sus hijos, tienen la leche materna contaminada con glifosato u otros elementos químicos que usan para fumigar inmoderadamente grandes extensiones de tierra, donde imperan los monocultivos que son los medios de deforestación masiva en nuestro territorio; agregó el defensor defensor.
«Nosotros como pueblo maya e integrantes de la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal, no podemos estar callados frente a este ecocidio; consideramos que es un atentado en contra de nuestro territorio, de nuestros valores, de nuestras creencias y de nuestros derechos consagrados en las leyes vigentes y en nuestra palabra antigua o tradición oral», denunció.
Llamado a ganaderos y empresas proveedoras
«Hacemos un llamado a los ganaderos que están involucrados en esta práctica, a las empresas como Helimaz y Dapsa Agroinsumos (https://dapsagro.com.mx/) que hacen el negocio de la distribución inmoderada de los productos de proveedores como Adama, Altiara, Arysta, Basf, Bayer, CYR agroquímica, Dow, FMC, Gowan, Lapisa, Rotam, Syngenta, Valent y Velsimex, a la Unión Ganadera Regional del Oriente de Yucatan ( Ugroy) que deje de promoverlos y también al gobierno para que intervenga en esta práctica ecocida para frenar esta agresión a nuestra naturaleza y envenenamiento», indicó Pedro UC en nombre de la organización defensora del territorio Maya.
«Es claro que va en contra de nuestra salud y la de nuestros hijos, de lo contrario nos veremos en la necesidad de emprender una lucha social y jurídica para detener esta forma de producción que redunda en contra de nuestra salud y la del medio ambiente», punutalizó.
Así mismo amplió la información en el sentido de que esta práctica empresarial ecocida que se está generalizando en todo el mundo, daña nuestro hábitat y contamina a nuestra madre naturaleza.
«Es una situación similar a lo que ha pasado en Sudamérica en los últimos 20 años, específicamente en Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay que se conoce como la “nueva república de la soya”.
Agregó que se trata de «aproximadamente 20 millones de hectáreas que sirven para el monocultivo de la soya transgénica y que después de algunos años se convirtió en un desierto con cientos de casos de cáncer documentados, malformaciones genéticas y otras enfermedades generadas por la aplicación aérea de agroquímicos».
¿Hacia allá vamos? ¿Estamos construyendo en Yucatán la “Nueva república de los agroquímicos?, inquiere Pedro Uc, para finalizar.