El Día del Libro ofrece una oportunidad para aprender los insultos de dos pilares de la literatura: Sakespeare y Cervantes.
Regeneración, 23 de abril de 2016.- Hoy es el Día Internacional del Libro, instaurado por la Unesco. En un día como hoy pero del año 1616 murieron Shakespeare y Cervantes, ambos el mismo día.
Por esa razón el día de hoy ofrece una oportunidad para aprender los insultos de dos pilares de la literatura. Se trata de insultos muy elaborados, precisos y poco censurables pues no son obscenos ni altisonantes.
La lista a continuación:
Shakespeare le da voz a una reina que impreca al hombre que mató a su esposo y su hijo:
«¡Desfigurado por el espíritu del mal, cerdo, aborto! ¡Oprobio del vientre pesado de tu madre! ¡Engendro aborrecido de los riñones de tu padre! ¡Andrajo del honor!»
-Reina Margarita, en Ricardo III.
En otra obra de Shakespeare, El Rey Lear, sobre un rey que se vuelve loco, el protagonista le dice a su primogénita abusiva:
«Eres un tumor, una llaga que supura, una úlcera inflamada en mi sangre corrompida».
-El Rey Lear, a su hija Goneril.
Cervantes, por su parte, hizo de Sancho Panza el objeto de numerosos insultos. En este fragmento Don Quijote lo insulta insistentemente por alguna razón:
«Traidor, descompuesto, villano, infacundo, deslenguado, atrevido, desdichado, maldiciente, canalla, rústico, patán, malmirado, bellaco, socarrón, mentecato y hediondo»
-Don Quijote a Sancho Panza.
Una mujer insulta también al escudero por alguna otra razón:
«¡Oh malaventurado escudero, alma de cántaro, corazón de alcornoque, de entrañas guijeñas y apedernaladas!.. ¡Ladrón, desuellacaras,… enemigo del género humano!»
-Ninfa a Sancho Panza.
En la obra Los dos hidalgos de Verona, Shakespeare presenta a un personaje que no admira a su querida, pero decide permanecer a su lado:
«Tiene más cabellos que talento, y más defectos que cabellos, y más riquezas que defectos».
-Relámpago, en Los dos hidalgos de Verona.
En la obra Mucho ruido y pocas nueces, de Shakespeare, Beatriz desprecia a un hombre «adornado con virtudes honorables»:
«No es otra cosa sino un hombre adornado; mas, en cuanto al adorno… Bueno, todos somos mortales».
-Beatriz, en Mucho Ruido y Pocas Nueces.
También al protagonista de la novela de Cervantes le toca su dotación de insultos por parte de una mujer enamorada a la que él no corresponde:
«¡…señor don bacallao, alma de almirez, cuesco de dátil, más terco y duro que villano rogado… don vencido y don molido a palos!»
-Altisidora a Don Quijote.
Los personajes viciosos de Shakespeare, como Parolles, el desleal compinche de un conde, también saben formular insultos contra las virtudes:
«Vuestra virginidad engendra gusanos, tal como el queso».
-Parolles, en Bien Está lo que Bien Acaba.
Y también hay insultos para describir a los personajes infames:
«Un notable cobarde, mentiroso intencionado y eterno, que falta a su palabra tantas veces como horas tiene el día; un miserable sin una sola cualidad que pueda merecer estimación».
Señor Primero, en Bien Está lo que Bien Acaba.
Y finalmente un desfile de imprecaciones ingeniosas, tomado de Don Quijote de la Mancha:
«Truhán moderno y majadero antiguo, de villana y grosera tela tejido, echacuervos, corazón de mantequillas, ánimo de ratón casero, alma endurecida, pan mal empleado».
Don Quijote de la Mancha.
BBC.