El gobierno argentino denunció hoy a la petrolera Shell de aumentar 12 por ciento el precio de sus combustibles conspira contra la economía del país.
«No es casualidad esta actitud por parte de Shell. Una actitud no solamente unilateral, sino contraria a los intereses del país. La actitud de Shell y de su más alto directivo en la República argentina siempre es conspirativa, siempre es atentatoria contra los intereses del país y de los consumidores argentinos», dijo el jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, citado por el diario ‘La Prensa’.
Añadió que «solamente la codicia, la estrategia de imponer condiciones y decisiones como grupo económico son los que los llevan a tomar este tipo de decisiones».
Así Capitanich comentó la decisión de la empresa anglo-holandesa de aumentar los precios en sus gasolineras de Argentina desde este lunes. Según ‘Infobae’, en el barrio porteño de Palermo, por ejemplo, la nafta súper (gasolina) pasó de valer 9,78 pesos argentinos el litro a 10,95.
Sin embargo, no es el primer aumento por parte de Shell en lo que va del año, ya que en enero la compañía subió los precios un 7%.
El presidente de la filial argentina de Shell, Juan José Aranguren, explica que la empresa fue obligada a subir los precios: «Nuestros costos aumentaron un 23% y solo hicimos un traslado parcial a los precios del 12%. Si con un 12% de aumento estamos conspirando, no me quiero imaginar con un aumento mayor».
Aranguren añadió que el aumento de los costos se debe al fuerte incremento en pesos argentinos que se está produciendo en el costo del petróleo crudo. Mientras tanto, en enero el Gobierno acusó a Aranguren de presuntas operaciones especulativas para forzar la caída de la propia moneda argentina.